El gestor de seguros que vive realquilado en el Palau de la Generalitat ha descubierto que “Cataluña ha sido, es y será un país de acogida”. Al “intelectual brutal”, según TV-Nodo 3, se le iluminó el cráneo el pasado Día Mundial del Refugiado, que no es igual que exiliado, fugitivo ni Forajido de Waterloo. Provoca náuseas que ensucie la historia de este país el sujeto que escribió sobre los españoles que viven y trabajan en Cataluña: “Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!”

También hay algo freudiano para interpretar que, según su biografía oficial, el ahora publicista de la ratafía nació en Blanes, pero amaga que él y su familia provienen y son de Santa Coloma de Farners. Así disimula que el año 1989 dicha población devino el símbolo de racismo contra los africanos. Aunque ya tenían tradición xenófoba desde 1962, cuando la emprendieron contra los gallegos. En 1983 sabotearon el coche de un africano. En 1986 rociaron a otro con gas lacrimógeno. En 1987 prohibieron entrar a los negros en la piscina del poblado. En 1988 impidieron matricular a una niña negra en una escuela privada. El mismo año destrozaron una exposición sobre los Derechos Humanos y la localidad apareció llena de pintadas contra africanos y charnegos. Hasta que en 1989 crearon un carnet especial para identificar a los negros. Sea por el inconsciente de Freud o por su ADN, el editor fracasado proviene de allí y la xenofobia le sale por los poros.

En aquel tiempo no tan lejano, el alcalde (CIU) del villorrio de la familia Torra declaró: “Los africanos sufren de manía persecutoria”. Los socialistas criticaron al Govern. Roca Junyent negó actitudes racistas. Portavoces de los africanos compararon a Santa Coloma de Farners con Sudáfrica. El gobierno civil de Girona envió a la Fiscalía el expediente sobre los carnets de los negros. Joan Saura de ICV y Nacionalistes d’Esquerra arremetieron contra el alcalde. Salieron a la luz la explotación de los inmigrantes, las estafas, engaños y humillaciones que sufrían. Y el Ayuntamiento declaró personas no gratas a periodistas que relataron los hechos. Como el año 2000 hicieron con el cónsul de Estados Unidos que denunció tanto racismo. El 2013, también declararon personas non gratas la delegada del Gobierno, Llanos de Luna, y a Felipe VI.

Lo relevante del asunto es que, como consecuencia de aquellos hechos, en 1989 nació SOS Racismo en Barcelona. El primer colectivo antirracista de España y pionero de la resistencia al actual Torracismo rampante. Muchos catalanes ya vieron claro que más vale ser considerado persona non grata que agradar a clanes de lerdos indeseables.