Sueltan quince burros y cuarenta cabras entre Sant Climent y Gavà para adaptar los bosques metropolitanos a la sequía. Por 322.524 euros, cifra módica si se calcula el trabajo que harán y los cuantiosos daños que impedirán, asnos y cabras comenzarán a pastar avalados por un proyecto de la Unión Europea. Más sufridos y menos reivindicativos que los agricultores, los guardabosques y los bomberos. Además, los burros dejan de ser aquel intento de símbolo independentista en pegatinas enganchadas en la parte trasera de coches con conductores comprometidos con aquel fallido proceso. De dos pájaros en un tiro, los campos serán más bucólicos y el asno recupera su categoría de mejor empleado de la Humanidad.

Ni pequeño, ni peludo, ni suave; ni tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, como el Platero de Juan Ramón Jiménez, el burro catalán es todo lo contrario. Según los supremacistas: alto, negro, duro y tozudo. Enviado ahora a limpiar bosques, “El burro nunca dejará de ser burro. ¿Qué culpa tiene el burro de ser burro? En el pueblo del burro no hay escuela”, recordaba un poema de Gloria Fuertes. Es decir, que la comprensión lectora de los asnos se asemeja a los resultados del informe Pisa sobre la educación en Catalunya.

De la presencia del burro en la cultura popular da buena cuenta el ‘Repertorio de refranes y frases’ de Gonzalo Correas, que ha registrado 213 con el asno como protagonista. Han escrito sobre él desde Aristóteles, Platón y Cicerón hasta Jung. Animal literario desde ‘El asno de oro’ de Apuleyo, el 2018 escribió Aitor Arjol en su ‘Elogio del burro’: “Un recorrido a través de la Historia, de Mesopotamia a hoy, revisando la relación entre asnos, humanos, civilización, jerarquía, castración, maltrato y sumisión”. Y añadía: “Como protagonistas estelares, figuras como Alejandro Magno, Cleopatra, Adolf Eichmann, Pedro Cabrón y Francisco Franco”. Citaba a Shakespeare, Platero, Unamuno, Larra, Quevedo y “el Quijote una obra imposible de entender, si no es como metáfora asnal”.

Perseguidos y atacados Cervantes y don Quijote en la Universidad de Barcelona por los ultra-reaccionarios de Waterloo y por la actual consellera de educación, el catedrático Jordi Llovet le ha dado una clase de literatura y un repaso de cultura, ya que el burro está presente en el arte la desde los murales egipcios hasta en obras de Chagall, Giotto, Goya y Velázquez entre otros. Y del rucio más destacado de la literatura universal, dijo Sancho Panza: “El asno sufre la carga, mas no la sobrecarga”. También advirtió de que “cuidados ajenos matan al asno”, como Bruselas cuida de la agricultura europea hasta matarla. Sin olvidar jamás que: “He visto ir más de dos asnos a los gobiernos”. Así pues, larga y feliz vida a los quince burros de Sant Climent y Gavà. Las cuarenta cabras que los acompañan y los cabrones en los despachos de la burrocracia serán pasto de otro artículo. Hasta que ciudadanía ponga fin a la sobrecarga de burros y burras en los gobiernos.