Furgoneta de reparto de Amazon / ARCHIVO

Furgoneta de reparto de Amazon / ARCHIVO

Gran Barcelona

Los repartidores, en la diana de los atracadores: "Arriesgas la vida"

Las furgonetas de mensajería son el blanco de los ladrones en Barcelona y su área metropolitana

26 diciembre, 2020 00:00

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El repartidor Alejandro Carmona dijo basta el pasado noviembre. Tras sufrir varios intentos de robo en Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y otros municipios del área metropolitana de Barcelona abandonó su empresa. Desde que trabaja en Sabadell en otra compañía de reparto, asegura estar "más tranquilo". Durante cinco meses, ha defendido la mercancía con su cuerpo, ha sufrido atracos en patinete y le han intentado desvalijar su furgoneta con artimañas y trampas de supuestos clientes.

Un paquete trampa es un producto enviado por un supuesto cliente con la intención de atraer a una furgoneta cargada de mercancía. Le ocurrió a Carmona en septiembre en Sant Adrià de Besòs, en una zona fronteriza con el barrio del Besòs i Maresme de Barcelona. Cuando se dirigía a la avenida Maresme a entregar un ligero paquete que pesaba unos pocos gramos, rechazó la invitación del destinatario de subir a su casa. "Estamos curtidos ya. Cuando subes, bloquean el ascensor y vacían la furgoneta", explica. 

A PUNTA DE NAVAJA

El nombre del destinatario era de nacionalidad paquistaní. Sin embargo, el hombre que le insistía que subiera parecía español. El repartidor siguió negándose a la invitación y le soltó que sin un DNI no entregaría paquete. "De pronto apareció toda la familia y me mandaron que abriera la furgoneta. Suerte que pasó una furgoneta de los Mossos en ese momento...", cuenta. Pack, la empresa para la que trabajaba Carmona, no ha accedido a responder a las preguntas de este medio.

A Santiago le han robado tres veces este 2020. En febrero, en la avenida del Paral·lel de Barcelona le abrieron la furgoneta cuando iba a entregar tres paquetes. Le esperaban en una esquina y vaciaron la mitad del vehículo mientras repartía los paquetes. "Me sentí fatal porque pensé que la empresa no me creería", explica a Metrópoli Abierta.

En otro incidente, dos personas le sacaron una navaja y lo tiraron al suelo. Aun no sabe explicar cómo lo hizo, pero consiguió deshacerse del arma y uno de los asaltantes huyó en moto. Retuvo al otro hasta la llegada de la policía. 

ALERTA DE AMAZON

K.G, extrabajador de Amazon, explica que el gigante del comercio electrónico alerta a su plantilla de los robos en las sesiones de formación. El barrio de Besòs i Maresme, La Pau y la Zona Franca de Barcelona son algunos de los puntos negros. Algunos de los consejos que trasladaban a su personal eran: cierre de la furgoneta, no dejar el vehículo solo más de 10 minutos y nunca dejar paquetes en el asiento del copiloto. Recientemente, la multinacional ha instalado cerraduras en la parte lateral y trasera de los vehículos para reforzar la seguridad.

Alejandro Carmona, tras sufrir un intento de robo / CEDIDA

Alejandro Carmona, tras sufrir un intento de robo / CEDIDA


Los Mossos d'Esquadra han detectado estas semanas un repunte de robos en empresas de paquetería. Los agentes se ponen en contacto con las compañías a través de llamadas y de correo electrónico para trasladarles algunos consejos sobre seguridad. "Son un colectivo de riesgo", apuntan fuentes de la policía catalana. 

'NADIE QUIERE REPARTIR'

"Nadie quiere trabajar en esas zonas. Arriesgas la vida", explica Carmona en referencia a Sant Adrià de Besòs, el barrio de La Mina del municipio, Badalona y Santa Coloma de Gramenet. En Barcelona, los barrios peligrosos son el Raval y el Besòs y Maresme. "Los repartidores tenemos mucho miedo. Cada año hay más robos", 

En Santa Coloma, fronteriza con Barcelona al oeste y Badalona al este, sufrió un intento de asalto por parte de cuatro jóvenes que le intentaron robar la mercancía de la furgoneta.  "Cuando uno me agarró por el cuello, por la espalda, me reí porque pensaba que era un colega haciéndome una broma", cuenta. Cuando se giró recibió un puñetazo en la cara.

La víctima, conocedora de algunas técnicas de las artes marciales, logró zafarse de sus agresores. Uno de ellos cayó de cabeza al suelo sufriendo heridas. También consiguió sacar a otro ladrón del interior del vehículo. Al ser menores de edad, cuenta que la policía le dijo que denunciar serviría de poco. El agresor herido, en cambio, amenazó con amenazarlo por lesiones.