Victoria Álvarez, presidenta de la Asociación / EFE

Victoria Álvarez, presidenta de la Asociación / EFE

¿Quién hace Barcelona?

La exnovia de Jordi Pujol Ferrusola crea una asociación de denuncia

Para defender los derechos de los ciudadanos frente a las Administraciones

31 enero, 2018 12:47

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Victoria Álvarez, la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, acaba de registrar la Asociación Victoria Álvarez, una entidad sin ánimo de lucro que tendrá como objetivo defender a los ciudadanos frentes a las administraciones públicas y que tendrá su sede en Barcelona. Los impulsores de la asociación son la propia Victoria junto a un grupo de abogados, empresarios y profesionales que consideran que muchas acciones que afectan a la ciudadanía quedan impunes por las pocas posibilidades que tienen los ciudadanos de denunciarlas.

“La gente necesita que se les eche una mano. Nuestra intención es mediar en conflictos que puedan tener con las administraciones y denunciar a éstas si hay situaciones irregulares. Además, en casos en los que intermedia la propia administración, ésta mira hacia otro lado y provoca casos de indefensión. Nuestra intención, pues, es asumir lo que es la denuncia social”, explica Victoria Álvarez a Metrópoli Abierta. Además, resalta que “cuando un ciudadano tiene un problema, la Administración, en muchos casos, mira para otro lado y eso es lo que nosotros trataremos de evitar”.

Las revelaciones de Victoria a la Policía y a los jueces provocaron la investigación sobre la familia Pujol y el descubrimiento no sólo de sus cuentas en Andorra, sino de las tramas empresariales que habían creado en diferentes paraísos fiscales y las inversiones realizadas en México y en Argentina por el hijo mayor del clan, Jordi Pujol Ferrusola.

A raíz de las denuncias sobre cómo movían el dinero los Pujol, Victoria sufrió en propia carne campañas de descrédito y amenazas, algunas muy directas e inquietantes. Sus declaraciones, sin embargo, se mantuvieron firmes durante años y luego fueron confirmadas una por una tras complicadas investigaciones policiales y judiciales. Su nombre salió a la luz cuando se hizo pública una conversación en un reservado del restaurante La Camarga con la entonces presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho.

AÑOS DE ACOSO

La exnovia de Pujol explicó a su interlocutora detalles que había vivido en primera persona sobre los negocios ocultos del clan político más poderoso de Catalunya. Más tarde, ratificó todos los detalles en sede judicial. Tras conocerse su nombre y sus declaraciones ante los jueces, intentaron destrozarla por todos los lados.

Desde hace algo más de un año, con Pujol Ferrusola en prisión, las amenazas subieron de todo. Un abogado amigo de Artur Mas intentó embargar su casa y tuvo que cerrar sus empresas de telecomunicaciones y consultoría. Su vida en los últimos años ha sido una montaña rusa con frecuentes apariciones en tertulias de televisión y radio, en las que se mantiene incólume. De ahí que sepa muy bien lo que es lidiar con la Administración.

Victoria admite que en los pleitos que los ciudadanos pueden tener con la Administración existe a menudo mucha indefensión, que puede llevar a grandes frustraciones. La entidad no está vinculada a ninguna ideología ni a ningún partido político, sino que sus fines son “propiciar la defensa de los derechos y libertades de las personas en Catalunya”, al mismo tiempo que lo son el “fomentar la democracia, la transparencia y el buen gobierno de las instituciones, facilitando la concordia y la convivencia social”.

EL PLUS POLÍTICO DE CATALUNYA

Pero hay una realidad incontrovertible: en Catalunya, que es el ámbito de actuación de la Asociación, hay un plus añadido de política porque muchos pleitos pueden tener como leit motiv una cuestión identitaria. En este sentido, Victoria Álvarez resalta que la entidad pretende ser un “espacio de encuentro para todos los catalanes residentes en Catalunya y para los que se sienten cercanos a España, en el que puedan expresar, sentir o compartir la identidad cultural española y catalana desde todos sus ángulos, todo ello desde el mayor respeto al entorno cultural catalán o en el que cada cual se sienta integrado y a las leyes tanto catalanas como las del Estado”.

Reconoce, no obstante, ese plus añadido. “Hay reclamaciones, por ejemplo, que los ciudadanos no se atreven a presentar en determinados ámbitos. Por ejemplo, una cuestión identitaria como una bandera estelada en un edificio oficial en un pueblo, puede haber un vecino que lo quiera denunciar. Pero hacerlo sería denunciar al mismísimo alcalde y, en ese caso, el denunciante puede sentirse señalado si denuncia. Todo ello, genera tensiones y provoca situaciones muy injustas. Es ahí donde nosotros, como asociación, podemos intervenir para mediar o para denunciar el hecho en particular”, explica Victoria.

De la misma manera, tampoco se descarta promover actuaciones judiciales o personarse como acusación popular en determinados sumarios que puedan afectar a cualquiera de las administraciones. La asociación también actuará, en ocasiones, fuera de Catalunya, aunque su centro de operaciones se ubicará en Barcelona.

Lo cierto es que el nombre de Victoria Álvarez lleva asociada la imagen de determinación y denuncia. En los últimos años, muchos ciudadanos se han dirigido a ella para hacerle saber cosas o para que les dirigiese sobre cómo colaborar con la justicia o cómo denunciar actuaciones ilícitas. Todo ese bagaje y el que le pueda venir se canalizará en el futuro a través de la asociación.