Ada Colau y Alfred Bosch son duramente criticados por los comerciantes  / EFE

Ada Colau y Alfred Bosch son duramente criticados por los comerciantes / EFE

Información municipal

Colau apuesta por un frente de izquierdas para las municipales

Quiere liderar el espacio de la izquierda catalana y dinamitar el bloque independentista

28 abril, 2018 21:02

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La irrupción de Manuel Valls en la escena política barcelonesa es una mala noticia para la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau. Según algunas encuestas que los partidos guardan celosamente, el voto de Ciudadanos subirá como la espuma en las elecciones municipales del 2019. La presencia de Valls, pese a ser una incógnita en la actualidad, puede ser el revulsivo que convierta a ese partido en mayoritario.

Sobre Colau pesan, además, otras dos amenazas: en primer lugar, no puede presentar una acción de gobierno consistente porque no la ha tenido. Tampoco ha podido cumplir ninguna de sus promesas electorales, realizadas en ocasiones desde el populismo. Esa cuestión podría hacer recular el voto a los comunes de los barrios periféricos de Barcelona en las próximas elecciones.

Pero, además, el sillón de alcaldesa puede peligrar si se pacta, finalmente, una lista unitaria independentista, tal y como pretende Carles Puigdemont, y que ya cuenta con el beneplácito de una parte del PDeCAT. Si esta formación y ERC se unen para una candidatura única, los 'comunes' pueden perder la alcaldía, ya que a ese bloque se añadirían otras formaciones, como Moviment d'Esquerra Socialista (MES) o Demòcrates de Catalunya.

El próximo movimiento político de la alcaldesa será, por tanto, neutralizar ese peligro. “Se pondrá encima de la mesa la propuesta de crear una lista unitaria pero de izquierdas”–señalan a Metrópoli Abierta fuentes del consistorio barcelonés-. “Se trata de crear ese espacio unitario de la izquierda que falta en el panorama político catalán. La oferta está abierta a ERC, a PSC, a MES, a Procés Constituent y a la CUP”.

LA CUP IRÁ POR SU CUENTA

Según afirman las fuentes, Procés Constituent ya se ha mostrado a favor de esa operación, mientras que la CUP se ha desmarcado de la misma: no quiere apoyar a la derecha encarnada en el PDeCAT y Demòcrates de Catalunya ni concurrir en una lista con los unionistas del PSC. De ahí que presentarán como alcaldable a la exdiputada Eulàlia Reguant.

La estrategia es diabólica: Colau no sólo se sitúa como núcleo principal de ese bloque, al ser la lista mayoritaria en las anteriores elecciones y la que gobierna el Ayuntamiento en estos momentos, sino que dinamita al mismo tiempo el bloque independentista que puede hacerle sombra y arrebatarle el sillón.

De momento, está por ver si los socialistas entrarían en una estrategia similar. Fuentes del PSC señalan a este diario que Jaume Collboni no tiene intención de pactar una lista unitaria, sino que será cabeza de lista en los comicios. “Si alguien quiere sumarse, será bienvenido, pero nosotros no seremos muleta de nadie”, subrayan las fuentes. Hay que recordar que la salida de los socialistas del gobierno municipal fue abrupta y se abrió una brecha de desconfianza entre socialistas y comunes que será difícil de cerrar.

EL MIEDO DE ERC

Desde las posiciones de los comunes, en cambio, restan importancia a lo que quiera hacer el PSC. “La lista de izquierdas se haría incluso sin el PSC. De hecho, ésa sería la fuerza política que más distorsionaría a ese frente, por lo que podríamos prescindir de ella”, aseguran desde el consistorio.

También es una incógnita lo que podría hacer ERC, que en estos momentos tiene en su punto de mira las reivindicaciones identitarias en detrimento de las sociales. No está claro que Alfred Bosch pueda participar en una operación de esta naturaleza, aunque no es descartable 100 por 100. Aunque a los republicanos no les gusta el abrazo del oso de Puigdemont con su lista unitaria, tampoco les agrada caer en los brazos de Ada Colau.

Además, los republicanos temen una ácida y dura campaña en su contra desde los restantes sectores independentistas si abandonan el bloque secesionista para optar por un bloque de izquierdas.

No obstante, desde los comunes se apunta a que la confección de un bloque de izquierdas en la escena política catalana es beneficioso para Catalunya porque abriría las puertas a un nuevo ciclo político con formas de mandar y de gobernar muy diferentes a las que se han llevado a cabo hasta ahora. Incluso apuntan a que podría ser la solución final para curar la fractura social que se está creando entre independentistas y constitucionalistas.