Dembélé se lesionó en Anoeta / EFE

Dembélé se lesionó en Anoeta / EFE

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Dembélé, un extraterrestre en el planeta Barça

¿Qué le falta a Ousmane para triunfar en el Barça? Tiene talento, juventud, velocidad y clase…pero no es oro todo lo que reluce

31 octubre, 2018 13:33

Cuentan en el club que el cocinero francés que le pusieron a Ousmane Dembélé para que corrigiera y velara por la dieta descontrolada del delantero –es un apasionado del fast food y las patatas fritas– aún reniega cada vez que le hablan del jugador blaugrana. Le pusieron un compatriota a su lado para facilitar su comprensión –sigue teniendo problemas a día de hoy con el castellano–, pero nunca tuvo feeling con el chef del club. De hecho, la relación entre ambos acabó como el rosario de la aurora, tirándose los trastos a la cabeza. Dembélé decidió prescindir de los servicios del cocinero cuando éste, harto de los numerosos desplantes del jugador, decidió negarse a hacer una barbacoa de carne en el jardín de la casa del jugador. Tras unas palabras subidas de tono entre ambos, Dembélé lo despachó.

Unos meses antes de este incidente, sus compañeros en el vestuario ya se dieron cuenta que Dembélé era a todas luces un tipo especial como poco. Y es que la novatada que le plantearon tampoco acabó como estaba prevista. Durante una comida le hicieron subir a una silla para que cantara el himno francés de La Marsellesa –una tradición habitual para los jugadores franceses del Barcelona ya que Lenglet y Umtiti también pasaron por el trámite–, pero en el caso de Dembélé la situación se descontroló hasta el punto que cayó de la silla ante la sorpresa de todos los presentes.

ERNESTO VALVERDE ENTRA EN JUEGO

Quien tampoco se ha librado del carácter un tanto peculiar del delantero francés es Ernesto Valverde. En la retina de todos ha quedado la imagen del técnico de Barcelona observando perplejo como el jugador francés demoraba su ingreso al campo cuando el equipo estaba jugando en inferioridad numérica ante el Sevilla tras la lesión de Messi. Pero esto es solo la punta del iceberg, ya que Valverde ha tenido ya más de un desencuentro con Dembélé, sobre todo porque no cumple escrupulosamente en ocasiones con las órdenes que se le dan antes del partido. “Al principio creíamos que era un problema con el idioma, pero luego vimos que la cosa iba un poco más allá de todo esto”, reconoce un miembro del staff técnico.

Su carácter introvertido tampoco le ha ayudado para adaptarse al club, al equipo y a la ciudad. De padres integristas islámicos, Dembélé es una persona que se mueve en círculos muy pequeños y cerrados. El club le eligió una casa en la zona alta de Barcelona para que estuviera cerca del Camp Nou y a pocos kilómetros de la Ciutat Esportiva. Sin embargo, eso no ha impedido que siempre llegue de los últimos, por mucho que en el whatsapp de los jugadores se hagan apuestas a ver quién será el último en llegar. La suerte que tiene es que Valverde ha eliminado el sistema de sanciones y multas por llegar tarde porque en la época de Luis Enrique ya acumularía un buen saco de expedientes, con su coste material correspondiente.

SAMUEL UMTITI, ENCIMA DE DEMBELÉ

A Samuel Umtiti se le encomendó la función de estar un poco encima de Dembélé para facilitarle su adaptación. Le conocía gracias a la selección y todo apuntaba que podría tener cierta ascendencia, pero muy pronto el central francés desistió, asegurando que Ousmane va por libre. Y eso que Umtiti lo intentó de todas las maneras, hasta el punto de tenerlo de pareja en las competiciones que el equipo organiza de parchís durante las concentraciones y los viajes.

Messi y Dembélé celebrando uno de los tres goles del Barça al Chelsea / EFE

Messi y Dembélé celebrando uno de los tres goles del Barça al Chelsea / EFE


“Lo único que le interesa fuera del fútbol es jugar a los videojuegos”, aseguran en el vestuario. Y más concretamente a Super MarioKart. Un videojuego que también cuenta con admiradores en la plantilla, entre ellos Gerard Piqué. Pero ni así Dembélé ha conseguido integrarse plenamente al grupo. El club, visiblemente preocupado ante la falta de adaptación del segundo fichaje más caro de la historia del club, encargó la misión de apadrinarlo a Éric Abidal. Por ahora, el secretario técnico aún no ha desistido, “está casi todos los días en el vestuario y dando consejos a Ousmane”, aseguran.

LAGUNAS FUTBOLÍSTICAS

El otro problema que ocupa y preocupa al club son sus lagunas futbolísticas importantes. “Es joven y aún tiene mucho que aprender”, recuerdan en el club, conscientes que la situación tiene aún un margen de mejora. Sin embargo, Valverde ya ha comenzado a cansarse de las desconexiones en el juego del delantero, hasta el punto que suma cinco suplencias consecutivas.

Es cierto que su lesión del año pasado tampoco ayudó a su adaptación, ya que prácticamente estuvo aislado del grupo durante cuatro meses y además cortó en seco su aprendizaje en los nuevos códigos futbolísticos de su equipo. “Aquí aún no hemos perdido la esperanza, aunque no será fácil”, subrayan en el vestuario, conscientes que tienen una especie de alien navegando en el Nostromo blaugrana.