Jordi Boix (Psonríe): "Durante el confinamiento se triplicó el uso de la plataforma"

Psonríe es una compañía que echó a andar en 2016 en Barcelona de la mano de Jordi Boix y que ofrece atención psicológica online. Cuando la salud mental era un tabú y la sociedad hacía oídos sordos a la ciencia que estudia la conducta humana y los procesos mentales, la empresa armó un equipo con el objetivo de eliminar las barreras para ir al psicólogo y hacer que más gente accediera a estos profesionales.

¿Cómo y cuándo nace la empresa? 

Empezamos hace cinco años cunado el contexto lógicamente era otro. No creo que ahora haya más gente que necesite ir al psicólogo que antes, simplemente se ha normalizado. Los problemas son los mismos, pero ahora son más visibles. Psonríe nace porque mi pareja es psicóloga y me sorprendió que ella, al buscar trabajo, no encontrara en ninguna parte. Yo vengo del mundo de la informática, había empezado con una compañía de videojuegos y me di cuenta de que había un nicho que no se estaba cubriendo. Los profesionales tenían salida en departamentos de Recursos Humanos, organizativos y en escuelas, pero no como psicólogos clínicos. En 2016 no se había invertido en salud mental, no había un líder en el mercado, nadie creía en ella. El objetivo fue crear la startup para normalizarlo, que hablar de salud mental fuese una cosa del día a día. 

¿Cuál es el target de Psonríe? 

Cualquier persona necesita hablar con un psicólogo, debe ser una cosa del día a día. Sin embargo, un 80% del público es femenino y de entre 25 y 35 años. Los principales temas que se tratan son la ansiedad, depresión, problemas de pareja y autoestima. 

¿Si es anónimo, cómo sabéis que el público es femenino?

Cuando un usuario se registra debe poner el género, el correo y un nickname. Cuando lanzamos el proyecto vimos que el anonimato era algo muy importante y desde hace unos meses ya no lo es tanto. Esto ha cambiado en el último año y medio, la visión es diferente. Hace un tiempo nadie hablaba de ir al psicólogo o de usar Psonríe, ahora amigos míos me explican que lo usan, se ha ido normalizando. 

¿Cuántos usuarios tenéis? 

Estamos en 200.000 usuarios.

¿Cuánto duran las sesiones?

Realizamos sesiones de 25 minutos ampliables. ¿Que significa esto? Que un usuario puede hacer sesiones de 50 minutos, lo hacemos en tramos de 25 minutos. El concepto de Psonríe es ayudar a los usuarios en las primeras etapas, gente que tiene un pequeño problema y que no quiere que se haga más grande. La media es de cuatro sesiones al mes durante siete meses, aunque cada perfil marca su ritmo con el psicólogo. 

¿Siempre es el mismo? 

Generalmente sí. Hay personas que piden una segunda opinión, pero normalmente se va con el mismo. Hay usuarios con un consumo muy elevado porque tienen la necesidad de hablar con el psicólogo y es el propio profesional el que le dice que repose. Una persona tampoco puede ser dependiente de un psicólogo y nos encontramos con casos muy activos. 

¿Los usuarios han ido antes a un psicólogo físico?

Casi nadie ha ido antes al psicólogo. Es una cosa que no nos sorprende porque el concepto de Psonríe nació con la idea de que fuese fácil hablar con un psicólogo. Lo que hacemos es eliminar muchas barreras. Lo bueno de nuestra plataforma es que es al instante y esto va con la idea de ayudar en las primeras etapas. Tenemos un equipo de psicólogos las 24 horas del día, así que el usuario puede contactar con el profesional cuando quiera. 

Jordi Boix, CEO de Psonrie responde a las preguntas de Metropoli / LUIS MIGUEL AÑÓN (MA)

¿Cómo seleccionáis a los psicólogos?

Llevamos a cabo un criterio de selección exhaustivo. Hemos llegado a tener 15.000 candidatos de 100 psicólogos que tenemos en el equipo. 

¿Están en plantilla o son autónomos?

Todos son freelance. Los 100 profesionales tienen su trabajo, esto les complementa la jornada. Tenemos un sistema de manera que el propio trabajador puede ir subiendo de nivel en función de su actividad. Buscamos que sean psicólogos clínicos y que encajen en valores con la compañía. 

¿Dónde operáis?

Ofrecemos servicio a nivel mundial con el foco puesto en el mercado hispanohablante. España copa el 55% de los usuarios, Madrid tiene más peso que Barcelona, México el 20% y el resto son personas de Estados Unidos y Latinoamérica. 

¿De cuánto fue la inversión inicial?

Fueron 3.000 euros, invertimos unos 20.000 euros de capital y luego conseguimos un ENISA de 40.000 euros. Con estos 60.000 euros trabajamos casi 3 años. Al final hemos sido muy eficientes en capital. Nos ha ido funcionando bien, en 2019 cerramos la primera ronda para acelerar y levantamos 143.000 euros. No es mucho pero para nosotros fue un cambio importante. Los fundadores estábamos a full time pero pasamos todo el equipo a 8 horas. Ahora en julio cerramos la segunda ronda de 240.000 euros. Hubo un proceso de inversión, sobre todo en crecimiento usuario final. Estamos yendo ahora al mundo empresas y estamos empezando una nueva ronda. A finales de año queremos levantar 1,5 millones.

Jordi Boix, CEO de Psonríe, durante la entrevista / LUIS MIGUEL AÑÓN (MA)

¿Cuales son los objetivos a corto plazo? 

Tenemos el foco puesto en empresas, queremos hacer la línea empresarial. Hasta ahora ha sido más porque nos lo ha pedido la compañía. Hemos visto que el producto funciona, que hay interés y ahora Psonríe apostará por las empresas.

¿En qué idiomas operáis?

Somos la única startup que está disponible en catalán, aunque el volumen es bajo. La principal lengua es el español y también ofrecemos terapias en inglés. Queremos expandirnos a Estados Unidos, así que vamos a potenciar la lengua inglesa. 

¿Habéis alcanzado el break even? 

Estamos invirtiendo en crecimiento, ahora somos 15 empleados. Estamos trabajando en unas 15 empresas y queremos ir a big markets de entre 100 y 500 trabajadores. Queremos que sean empresas con gran expansión. 

España no piensa en la retención de talento ni en la felicidad del empleado, España en conjunto no pone por delante al trabajador. Explicar las ventajas de la salud mental a una empresa es complicado, Barcelona está más avanzada en este sentido. El ecosistema en la ciudad es bueno, aunque uno de los hándicaps es el sueldo. Los cracks prefieren estar cobrando 3 o 4 veces más en Estados Unidos que aquí. 

¿Os ha favorecido la pandemia?

No es que el Covid-19 nos haya beneficiado a nosotros, sino a todos. Hablar de salud mental es fundamental. Una cosa es estar dos semanas mal por una cuestión, otra es arrastrar un problema durante cinco años. 

¿Durante la pandemia hubo un boom?

Sí. La pandemia ha sido un game changer, ha cambiado la forma de ver la salud mental. Una cosa que antes era un tabú ahora es un activo. Ahora es guay cuidar la salud mental y en cambio antes eras un loco si ibas al psicólogo. Esto está cambiando mucho. Ha incrementado la demanda, pero sobre todo hemos notado un cambio cultural. El nivel de uso ha aumentado, durante el confinamiento se triplicó el uso de la plataforma porque esos meses fueron una locura. Todos los servicios online crecieron, la atención psicológica creció. Ayudamos a los sanitarios. En pandemia dimos 1.000 sesiones a sanitarios, durante el volcán también hicimos una campaña, hay que estar allí y apostar por la salud mental. El uso del chat es más frío, pero es más fácil empezar el proceso terapéutico por allí. Cuando el usuario ya tiene confianza decide pasar a la llamada o al vídeo. Cada persona avanza a su medida.