El espacio en el que se construirá la comisaría de Sant Andreu, en el barrio del Baró de Viver / JORDI SUBIRANA

El espacio en el que se construirá la comisaría de Sant Andreu, en el barrio del Baró de Viver / JORDI SUBIRANA

El pulso de la ciudad

La Guardia Urbana tendrá nuevas comisarías en Sant Andreu y Sarrià

El Ayuntamiento espera tener listos los dos equipamientos policiales en 2025 por 13 o 14 millones cada uno

10 febrero, 2020 00:00

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La Guardia Urbana tendrá nuevas comisarías en los distritos de Sarrià-Sant Gervasi y Sant Andreu. Los equipamientos policiales entrarán en funcionamiento en 2025. Los proyectos fueron presentados el pasado 21 de enero. El cuartel de Sarrià-Sant Gervasi se levantará en la avenida de J.V. Foix, 103-109, mientras que el de Sant Andreu se construirá en la calle del Potosí, 1-3, han confirmado fuentes de la sección sindical de UGT en el cuerpo policial. El sindicato asistió a la presentación.

Ambas comisarías tendrán un proceso de construcción idéntico, si se cumplen las previsiones actuales. El concurso de ideas se pondrá en marcha este año. La redacción del proyecto se hará en 2021 y la licitación en 2022. La edificación se prolongará durante dos años, 2023 y 2024, y los agentes entrarán en 2025, esto es dentro de cinco años. El edificio de Sarrià dispondrá de 5.858 metros cuadrados, y el de Sant Andreu, 4.496, según los datos a los que ha tenido acceso este medio. El sindicato CSIF también ha confirmado la construcción del equipamiento de Sant Andreu.

14 MILLONES COMO MÁXIMO

El presupuesto inicial sin IVA para la comisaría de Sarrià-Sant Gervasi es de 13,6 millones, mientras que el equipamiento policial de Sant Andreu costará alrededor de 14 millones, avanzó L'Expres de Sant Andreu. Ambas casernas está previsto que dispongan de galerías de tiro (cinco carriles, en el caso de la de Sant Andreu, y de 205 metros cuadrados y con simulador, en Sarrià), gimnasio y sala de formación. El edificio de Sarrià-Sant Gervasi, además, contará con un espacio para la unidad forestal que actúa en Collserola.

El problema de algunas de las comisarías actuales de la Guardia Urbana es que no son equipamientos policiales de origen y aunque se adaptan siempre presentan deficiencias. En el caso concreto de la actual caserna de Sarrià, además, se da la circunstancia de que la persona propietaria dejó el edificio en el que se encuentra la comisaría en herencia al Ayuntamiento con la condición de que se dedicara a usos musicales, detallan fuentes de UGT. En el primer piso ya hay una escuela de música, pero los herederos reclaman que los bajos se conviertan también en un espacio artístico. 

La comisaría de Sarrià-Sant Gervasi estará situada en la avenida J.V. Foix, muy cerca de la Ronda de Dalt, mientras que la de Sant Andreu se levantará en unos terrenos junto al centro comercial de La Maquinista, justo al lado del campo de fútbol del Baró de Viver que ahora se está construyendo, en el triángulo entre las calles del Potosí, Tucumán y Ciutat d'Assumpció.

EL CENTRO DE EMERGENCIAS, SIN SOLUCIÓN

En la reunión que el Ayuntamiento ha mantenido con representantes de los sindicatos también se planteó buscar una solución al centro de emergencias o sala conjunta de mando que Mossos, Guardia Urbana, bomberos y Sistema de Ermergencias Médicas tienen en la calle de Lleida. El espacio es un subterráneo sin luz ni ventilación. Hasta junio del año pasado, al menos 26 de los trabajadores habían enfermado de cáncer. Los sindicatos atribuyen el número de casos de cáncer al edificio. Apuntan que se trata de un inmueble enfermo y que la exposición de los empleados a las ondas electromagnéticas es muy elevado. Según el Ayuntamiento, los estudios realizados no han sido determinantes para relacionar la finca con las enfermedades.

En cualquier caso, los trabajadores llevan años reclamando un traslado. Sin embargo, no parece que, por ahora, haya sobre la mesa una solución. Fuentes de UGT afirman que no hay prevista ninguna propuesta de ubicación tras descartarse, hace más de un año, el Palau d'Esports. El nuevo edificio, ya sea de nueva construcción o un inmueble que se rehabilita y acondiciona, tendría que ser pagado por la Generalitat y el Ayuntamiento. El coste podría situarse entre los 25 o 30 millones de euros más IVA si se parte de cero y las finanzas de la Generalitat no están ahora para estos gastos, señalan fuentes municipales.