Rambla del Poblenou en una imagen de archivo  / HUGO FERNÁNDEZ

Rambla del Poblenou en una imagen de archivo / HUGO FERNÁNDEZ

Sant Martí

Rambla del Poblenou: sabor de barrio

Elegante y muy ligada al tejido asociativo, no ha perdido su esencia

18 noviembre, 2018 12:47

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La Rambla del Poblenou, que se ubica en el barrio del mismo nombre, en el distrito barcelonés de Sant Martí, es el epicentro de la vida cultural, social y comercial de la zona.

Antiguamente conocida como Passeig del Triomf o paseo del Triunfo, todo el mundo ha llamado a esta vía, desde sus inicios, Rambla del Poblenou, su nombre oficial desde el año 1986.

Rambla del Poblenou / HUGO FERNÁNDEZ

Rambla del Poblenou / HUGO FERNÁNDEZ


El origen de la calle se remonta a 1853, coincidiendo con el plan Cerdà, momento en el cual un Poblenou industrial empezaba a asomar la cabeza. Los vecinos de la zona usaban la rambla para establecer relaciones sociales y pasear con tranquilidad.

Casino L'Aliança del Poblenou / HUGO FERNÁNDEZ

Casino L'Aliança del Poblenou / HUGO FERNÁNDEZ


MODERNISMO, TRADICIÓN Y L'ALIANÇA DEL POBLENOU

Es una calle elegante y muy transitada, pero que no ha perdido su esencia. Va del mar hacia la montaña y su historia está íntimamente ligada al tejido asociativo y comercial del barrio. Una estatua dedicada al doctor Josep Trueta da inicio al paseo, junto a la calle Pere IV.

La Rambla del Poblenou tiene el placer de acoger solemnes y bellos edificios moerrnistas y también bares y restaurantes de toda la vida, así como locales sociales emblemáticos como, por ejemplo, el casino L'Aliança del Poblenou, toda una institución desde el siglo XIX.

El popular Nino del Tío Che ha sido indultado / @ERCPoblenou

El popular Nino del Tío Che ha sido indultado / @ERCPoblenou


EL TÍO CHE

En el número 44 de la Rambla del Poblenou se encuentra la horchatería El Tío Che, que ofrece horchata y helados artesanos desde 1912. Tras ser indultado el famoso Nino del Tío Che, una figura emblemática, sigue siendo uno de los negocios más míticos de la vía.

El clamor popular obligó al Ayuntamiento de Barcelona a retirar la sanción que le había impuesto al establecimiento por tener al Nino en la calle, donde llevaba más de 20 años.