Disgustin Food Museum

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Suiza inaugura el museo de comida más repugnante del mundo

El museo expone, entre otros platos, los manjares típicos de todos los países, que para mucha gente podrían ser repugnantes

6 noviembre, 2018 11:12

Las culturas que nos son diferentes y extrañas suelen separarnos, pero la comida en cambio nos une. Las comidas exóticas tienen la habilidad de llamarnos la atención, aunque depende del gusto de cada uno que nos acaben gustando. Hace poco abrió el Museo de la Comida Repugnante y su última exposición es bastante “repugnante”.

El museo se encuentra en Malmö (Suecia) y ha inaugurado la exposición de las ochenta comidas más asquerosas del mundo. Su intención es que los visitantes más valientes tengan la oportunidad de oler y probar estos platos. ¿Te atreves a oler el queso más apestoso o el vino de ratones?

Durante la visita se pueden ver platos típicos de todos los países, que mucha gente tacharía de repugnantes. La gracia del proyecto es esa, que según el punto de vista te parecerán totalmente asquerosos o, por el contrario, son comidas que sueles consumir. “Reta a los visitantes a cambiar sus nociones de lo que es repugnante y lo que es delicioso”, explica el comisario de la exposición, Samuel West.  

Por ejemplo, en la gastronomía española utilizamos la casquería para cocinar (vísceras, entrañas, callos, etc), el rabo de toro y los caracoles son platos comunes. Para nosotros resulta normal, pero puede llegar a espantar o generar asco en otras culturas. Precisamente en Suecia tienen un plato llamado Susrtrömming, que es arenque fermentado que desprende un fuerte olor a podrido. Entre otros platillos ‘suculentos’, el museo expone un vino de ratones que se bebe en China y Corea, queso pecorino de Cerdeña con gusanos o un batido de rana de Perú.

Tazon de Natto

Tazon de Natto

El Museo de la Comida Repugnante te ayudará a redescubrir el concepto de repugnancia con una lista bastante extensa de comidas que harán que se te revuelva el estómago. Si te ha despertado curiosidad no tardes, porque la exposición no será permanente, después de Malmö emprenderá una ruta por Japón, China y Estados Unidos.