Escorts en una imagen de archivo / EFE

Escorts en una imagen de archivo / EFE

Sucesos

Así operaba un clan que regularizaba a escorts de lujo latinas

Cobraban entre 6.000 y 8.000 euros a cada chica para regularizar su residencia en Barcelona

3 julio, 2021 00:00

Noticias relacionadas

En sólo tres años, una familia de Ecuador, aunque nacionalizada española desde hace años, se hizo de oro en Barcelona proporcionando la tarjeta de residente a chicas y mujeres de Sudamérica mediante la simulación de parejas de hecho legalizadas ante notario. Se investigan 687 expedientes que pasaron por esa gestoría de la zona bien de Barcelona: a quien quería la tarjeta, le cobraban entre 6.000 y 8.000 euros. Han sido detenidas ocho personas, entre ellas el matrimonio que dirigía el negocio y una de sus hijas.

Las pesquisas comenzaron en septiembre pasado, cuando los agentes de la UCRIF detectaron que la gestoría de F.E.A.L. presentaba un número inusual de solicitudes para la concesión de tarjetas de residencia. “Se trataba de regularizar parejas de hecho con el objeto de acceder a la tarjeta de familiar de ciudadano comunitario. Para ello, contaban con una bolsa de ciudadanos europeos (en su práctica totalidad, de Barcelona) a los que pagaban una considerable cantidad de hasta 3.000 euros para que se hiciesen pasar por parejas estables de chicas sudamericanas que querían la tarjeta”, explica a Metrópoli uno de los agentes que intervino en la operación.

ESCORTS DE LUJO

La gran mayoría de las chicas que pagaban los miles de euros que les pedía la gestoría se dedican al negocio del sexo y son escorts de lujo. Muchos de los ciudadanos que se hacían pasar por sus parejas de hecho eran clientes de ese negocio. La gestoría disponía de algunos colaboradores que eran los que, cuando detectaban un potencial español que podía simular su convivencia, lo captaba para la organización. El ‘novio’ cobraba 3.000 euros; el intermediario que lo captaba, 300 euros. El tiempo en que debía estar inscrito como pareja de hecho dependía de los casos, pero no podía ser un corto periodo para no levantar las sospechas de los controles que se siguen habitualmente desde la subdelegación del Gobierno en Barcelona.

“Evidentemente, no todos los expedientes que estamos comprobando e investigando son fraudulentos, pero todos ellos están inscritos en el Registro de Parejas Estables de la Generalitat, aún cuando no hubieran conseguido la tarjeta”, explican las fuentes. De hecho, hay tres formas de conseguir esa preciada tarjeta de residente: acreditando dos años de convivencia con una persona; teniendo un hijo en común; o mediante una escritura pública realizada ante notario donde se declara como pareja de hecho.

Un burdel, en una foto de archivo / EUROPA PRESS

Un burdel, en una foto de archivo / EUROPA PRESS


MANDABA LA MATRIARCA

En este negocio, muchas de las parejas formalizaban ante notario su convivencia mediante una escritura pública. El notario está obligado a pasar esa escritura al Colegio que, a su vez, lo notifica al Registro de Parejas Estables. Ese es, además, el procedimiento previsto en el Código Civil catalán. Dicho y hecho, la gestoría aprovechaba sus conocimientos en la materia para captar a potenciales clientas en Sudamérica y amañar su condición civil en España.

La gestoría era una especie de organización con el papel de cada uno claramente definido pero donde la propietaria, F.E.A.L. era la que mandaba por encima de todos. Ella era quien daba las directrices y por debajo suyo, se encontraba su marido, como asesor legal. La familia llevaba un tren de vida desahogado, con domicilio en la zona alta de Barcelona. De su tren de vida da fe el hecho de que se interviniesen más de 83.000 euros en efectivo en tres cajas fuertes que tenía la familia propietaria de la gestoría. En base a esa estructura, la Policía achaca a los detenidos los delitos de falsedad documental (porque toda la relación y los vínculos entre los miembros de la pareja de hecho son falsos), favorecimiento de la inmigración ilegal y pertenencia a organización criminal.

“LAS CHICAS SON VÍCTIMAS”

“A las chicas que pagaban las elevadas cantidades que se les pedía desde la gestoría no las acusamos de nada porque, en realidad, son víctimas de las circunstancias. En parte, son personas vulnerables que necesitaban regularizar su situación. Y a ninguna la hemos citado en calidad de detenida, sino sólo a los que formaban parte de la organización”, explican fuentes cercanas a las investigaciones.

Desde el año 2017, la gestoría había encontrado un filón con el que llenar sus cuentas corrientes: ese año sólo tramitó 8 tarjetas de residencia. Al año siguiente, ya fueron 142 y en el 2019 llegó a 326. En el 2020, pese a la pandemia, presentó 211 expedientes, aunque se sospecha que pueden haberse tramitado muchos más. Esa curva ascendente es paralela a la de presentación de parejas de hecho en Barcelona: en 2016, hubo 782 tramitaciones de expedientes como parejas de hecho, que subieron a 1.751 en 2017; 5.829 en 2018; 8.226 en 2019; y 12.899 en el 2020, a pesar de las restricciones sanitarias.