Un ciclista circulando de forma despreocupada por uno de los carriles bici de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

Un ciclista circulando de forma despreocupada por uno de los carriles bici de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

Movilidad

La bicicleta, un arma política... ¿cargada de futuro?

Los usuarios no están conformes con la normativa actual y proponen alternativas

27 noviembre, 2018 20:48

Las políticas que atañen a las bicicletas no marchan sobre ruedas en Barcelona. ¿Cómo un elemento tan pequeño y manejable se ha convertido en un “problema” tan grande? A día de hoy, el Ayuntamiento de Barcelona alardea de sus nuevos (y polémicos) tramos del carril bici y de los cambios en el servicio de Bicing, que pronto funcionará las 24 horas.

Mientras, los ciclistas se muerden las uñas ante la llegada del nuevo año. El panorama que auguran es desolador sobre todo por dos motivos: porque ya no podrán circular por las aceras y porque tendrán que compartir su carril con los miles de patinetes nuevos que traerán los Reyes Magos, así como con otros Vehículos de Movilidad Personal (VMP) que llegarán en envoltorios estas navidades.

“MUCHOS CARRILES BICI, PERO NO DE CALIDAD”

“Las normativas no las hacen pensando en los ciudadanos, y los ayuntamientos siempre han considerado que el crecimiento del número de ciclistas es un problema”, cuenta Albert Garcia, de la agrupación Amics de la Bici, en una entrevista con Metrópoli Abierta. “El consistorio de Ada Colau, que se ha negado a cambiar la ordenanza de Xavier Trias, ha hecho muchos carriles bici, pero no de calidad”, puntualiza.

Para ellos, el cambio real pasaría por impulsar calles de movilidad activa. Es decir, pacificar algunas calles y carriles “de al menos cinco metros de anchura”, en los que “solo puedan circular las bicicletas y los vehículos sostenibles” que no superen la velocidad de 30 km/h. Según argumentan los ciclistas más activos “esta solución permitiría automáticamente reducir el uso del vehículo privado contaminante”. Comentan, además, que el Ayuntamiento conoce la propuesta, pero dicen que van a ir “poco a poco”, que cuando haya “muchas bicis” verán.

LA CONTAMINACIÓN, UN GRAN FACTOR A TENER EN CUENTA

No está el asunto para bromas ni para pausas. Los niveles de contaminación en Barcelona son cada día más altos y, según los indicadores, el pronóstico de la calidad del aire en la ciudad es desfavorable. El asunto grave y los últimos datos son atroces. Tal como revela el estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), publicado en noviembre, se estima que en 2017 han muerto 354 personas por culpa de la contaminación. La cifra ha incrementado en 88 personas desde 2016, según ha podido determinar la ASPB gracias al Sistema de Vigilancia del Impacto sobre la Salud de la Contaminación.

Contaminación en Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

Contaminación en Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ


Cada vez son más los ciudadanos que toman conciencia y optan por un tipo de transporte más sostenible. Incluso sectores como el del taxi están sensibilizándose ante la necesidad de cambios para reducir la contaminación. En esta línea, las bicis se presentan como el medio de transporte idóneo para la salud del planeta y... ¡para la salud de las personas!

LA BICI, GRANDES BENEFICIOS PARA LA SALUD

De hecho, tal como indica el último estudio presentado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundació La Caixa, la bicicleta es “el medio de transporte que se asocia con más beneficios para la salud”. A través de una encuesta realizada a más de 8.800 personas de siete ciudades europeas –una de ellas, Barcelona– extrajeron que “se asocia con una mejor salud general, así como mental, más vitalidad, menos estrés y menos sensación de soledad”.

Un padre pasea a su hijo en bici bajo la mirada de un policía / MIKI

Un padre pasea a su hijo en bici bajo la mirada de un policía / MIKI


No obstante, apuntan que el porcentaje de personas que se desplazan en bici “sigue siendo bajo en las ciudades europeas a excepción de países como Holanda y Dinamarca”. En este sentido, una de los posibles modos de fomentar el uso de la bici, según Albert Garcia, sería el de recibir un beneficios fiscales o descuentos. En otras palabras, como ya sucede en Holanda, conseguir –por ejemplo– que las empresas bonifiquen a los trabajadores que acuden a sus puestos en bicicleta.

MIEDO A LOS ROBOS

Para que la bici triunfe en Barcelona los ciclistas creen que la clave pasa también por hacer más hincapié en la vigilancia. “El Bicing no ha funcionado como lanzadera y la política antirrobo ha fallado”, cuenta Albert Garcia. Los números no engañan. Según datos de los Mossos d'Esquadra, facilitados a Metrópoli Abierta, en 2017 se robaron 1.417 de estos vehículos, casi cuatro al día, un 25 % más que en 2016. Sus quejas también se centran en la poca zona de aparcamientos para bicis privadas. “La bicicleta es un arma política”, pone la guinda a la conversación Albert Garcia. A día de hoy, sigue inmersa en una (interminable) carrera de obstáculos. Luego, una cosa lleva a la otra y, al final, los usuarios optan por “lo fácil”: pasarse al patinete.