Una barricada ardiendo, junto al Camp Nou / G A

Una barricada ardiendo, junto al Camp Nou / G A

Sucesos

Radicales independentistas usan el Clásico para montar una batalla campal

Barça y Madrid empatan en un duelo marcado por los enfrentamientos entre encapuchados y policía

19 diciembre, 2019 01:44

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El Camp Nou ha vivido este miércoles dos enfrentamientos: el futbolístico, en uno de los Clásicos más esperados de los últimos años, y los choques entre los Mossos d'Esquadra y grupos de independentistas radicales en los alrededores del estadio. La protesta de Tsunami Democràtic, en un inicio pacífica, ha degenerado en disturbios con barricadas en llamas desde las 20.00 hasta pasadas las 00.00 de la madrugada.

A la habitual expectación de un Barça - Madrid, se ha sumado la incerteza generada por la convocatoria de Tsunami que ha aprovechado el foco mediático del partido para seguir su calendario de protestas con el fin de denunciar la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del procés. 

PELEA CON LOS BOIXOS NOIS

Sobre las 16.00, centenares de personas ocupaban sus puestos en la manifestación alrededor del estado. A su paso cortaban calles como la avenida Diagonal, delante del Hotel Sofía, desde donde han salido los jugadores de ambos equipos hacia el campo. A pesar del bloqueo del tráfico, las protestas se han desarrollado sin incidentes.

Manifestantes independentistas en la Travessera de les Corts.

Manifestantes independentistas en la Travessera de les Corts.


 

A unos metros del estadio, en los Jardines de Bacardí, un grupo de unos 300 ultras y aficionados del Barça calentaban el ambiente con bengalas y gritos culés. Diez minutos antes del partido y cuando se dirigían al campo, un grupo de Supportes Barça y Boixos Nois se han visto rodeados por los independentistas que les han increpado al grito de "fascistas". Los ultras han agredido a los activistas y ambos grupos se han enzarzado en una pelea hasta que los Mossos la han disuelto.

PRIMERAS BARRICADAS

A las 20.00, cuando arrancaba el partido, el paisaje en las inmediaciones del Camp Nou ha cambiado radicalmente. Los manifestantes independentistas que reivindicaban diálogo entre Cataluña y España con las pancartas de "Spain, sit and talk" (España, siéntate y habla) han dado paso a grupos de encapuchados que han dirigido su rabia contra los Mossos lanzándoles todo tipo de objetos. 

tsunami
Contenedores en llamas en Travessera de les Corts.

La policía ha recibido una lluvia de botellas y piedras y los radicales han conseguido montar varias barricadas con contenedores que luego han ardido en llamas a lo largo de la Travesera de les Corts. Al menos cinco personas han sido detenidas por desórdenes y atentado contra la autoridad. 

REACCIÓN DE LOS TURISTAS

Mientras se producían los disturbios, dentro del estadio han llovido pelotas de goma en dos ocasiones que han obligado a interrumpir el partido unos minutos. Al finalizar el partido, la turista Maria Luisa, de 24 años, ha decidido esperar un rato para salir del recinto. "No me esperaba esto aunque en Brasil cosas así ocurren muchas veces", explicaba junto a su novio. 

Un turista se hace una foto con los restos humeantos de una barricada de fondo

Un turista se hace una foto con los restos humeantos de una barricada de fondo



 

La israelita Lili Benzino (55 años) no se ha mostrado sorprendida por los disturbios. "Simpatizo con ellos, no creo que sea justo que los políticos estén en prisión", comentaba. Tampoco han mostrado sorpresa los nicaraguenses Josué y Federido (32 y 25 años). "Allí ahora mismo hay disparos en las protestas. Aquí, al menos, hay más libertad para protestar", observa Federico.

EXPECTACIÓN DE TSUNAMI

Los disturbios se han alargado hasta pasadas las doce de la madrugada, en una noche que ha recordado a las protestas de octubre tras conocerse la sentencia condenatoria por sedición a los líderes del procés. Si en el interior del campo saltaban pelotas de plástico al césped, fuera, las pelotas de foam de los Mossos rebotaban en las calles para intentar disuadir a los encapuchados. 

Tras el éxito del pasado 14 de octubre cuando consiguió ocupar el aeropuerto de Barcelona, Tsunami, movimiento investigado por terrorismo por la Audiencia Nacional, había levantado mucha expectativa. "Ha sido una buena idea, dará mucha visibilidad", observaba Maria (35 años), vecina de la ciudad condal. "Ha sido inteligente mezclar el procés con el clásico", coincidía Joan Guardia (62 años) que ha venido de Olot. 

"Espero que no haya lío con los ultras", pronosticava Montserrat Teixidor, de 70 años, vecina de Colera (Alt Empordà). Tsunami se ha felicitado y ha valorado como un "éxito" haber "acaparado el foco mediático" y las pancartas que han lucido en el estadio llamando al diálogo para resolver el conflicto político.