El Ayuntamiento se 'lava las manos' en el tema de los grafiteros

El Ayuntamiento de Barcelona considera que los problemas con los grafiteros que se han producido en las instalaciones del Metro son competencia de los Mossos d'Esquadra y de TMB y no del consistorio. Así lo ha defendido el comisionado de Seguridad de Barcelona, Amadeu Recasens, en la comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención.

Aunque el propio comisionado ha afirmado que están dispuestos a colaborar en lo que haga falta para resolver la situación, “es evidente que no somos ajenos”, ha dicho, los grupos de la oposición le han recriminado que hoy en día haya mucha gente en la ciudad que tenga miedo de coger el Metro.

ROBOS Y VIOLENCIA

Las intervenciones de los grupos de la oposición han estado marcadas por el tono de reproche a la permisividad del Ayuntamiento ante determinadas actitudes, que ha provocado que en muchas ocasiones los presuntos delincuentes se sientan impunes.

El portavoz del PDeCAT, Jordi Martí, ha sido especialmente duro y ha asegurado que se ha generado una enorme alarma social por todo lo que está sucediendo en el Metro hay personas que tiene pánico cuando deben tomar ese transporte público.

Tampoco se ha quedado atrás el representante del PP, Alberto Vilagrasa, que ha dicho que cuando “entro en el Metro, me pueden robar, puedo encontrarlo lleno de top manta o puede ser que un grafitero me agreda”. Por su parte, Carina Mejías, de Ciudadanos, ha pedido al gobierno municipal que asuma su responsabilidad por los hechos ocurridos en las instalaciones del Metro en las últimas semanas y le ha recordado a Recasens que “la competencia de seguridad de los barceloneses es suya. ¿Qué más tiene que pasar para que tomen las medidas necesarias para acabar con ello?”.

PONER REMEDIO

Incluso los concejales de ERC, Jordi Coronas, y de la CUP, Maria Rovira, han criticado la política de seguridad del Ayuntamiento en este asunto. El primero ha pedido al consistorio que “ponga las medidas para acabar con tanto impunidad”, mientras que la segunda ha argumentado que, pese a que dan su apoyo a los artistas callejeros, no pueden defender las agresiones de los grafiteros al personal de TMB o a los usuarios del Metro.