Símbolos prorrusos en el Poblenou, cerca del teatro Casino de l'Aliança / CEDIDAS

Símbolos prorrusos en el Poblenou, cerca del teatro Casino de l'Aliança / CEDIDAS

El pulso de la ciudad

El Poblenou se llena de símbolos prorrusos: la diáspora ucraniana acusa al teatro de l'Aliança

La comunidad asegura que el espacio acoge a artistas que son o han sido cercanos al régimen de Vladimir Putin

23 octubre, 2022 00:00

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Los aledaños del Teatre Casino l'Aliança del Poblenou, llenos de pintadas de símbolos prorrusos. ¿El origen? Según la diáspora ucraniana, la "temporada rusa" que acoge el teatro desde hace meses. La comunidad explica a Metrópoli que la cartelera del espacio cuenta con obras de "productores y artistas cercanos a Vladimir Putin" y que, pese a que han pedido su anulación "por respeto y sentido común hacia el pueblo ucraniano", el teatro ha decidido mantener las funciones. 

'Z' pintadas en el Casino de l'Aliança / CEDIDA

'Z' pintadas en el Casino de l'Aliança / CEDIDA

Desde el consulado de Ucrania explican a este digital que entre los artistas del programa "hay personas que tienen sanciones europeas" por su "propaganda proguerra". Entre los actores se encuentran Maxim Galkin o Irina Muravyova y Lyubov Tolkalina –que participan en la obra El Cascanueces– cuya actividad consta en la base de datos del Centro de Investigación de Señales de Crímenes contra la Seguridad Nacional de Ucrania, la Paz, la Humanidad y el Derecho Internacional.

"SEDE EN ESPAÑA"

"A pesar de que hemos informado de lo que significa acoger a estos artistas, el teatro no ha cambiado sus prioridades y sigue adelante con su temporada rusa", cuenta Taras Atamanchuk, uno de los activistas ucranianos, a este medio. El director del Casino de l'Aliança, por su parte, Manel Grau explica que "no es una temporada rusa, sino funciones sueltas con actores rusos" y que las empresas con las que trabajan tienen "sede en España". 

No obstante, los afectados mantienen que la organización es rusa y defienden que los ingresos que obtengan los actores se traduce en "impuestos que benefician al gobierno ruso". 

Una mujer ucraniana protesta frente al teatro de l'Aliança / CEDIDA - Pere-Josep Montiel Reig

Una mujer ucraniana protesta frente al teatro de l'Aliança / CEDIDA - Pere-Josep Montiel Reig

MAXIM GALKIN 

Una de las grandes polémicas se desata a raíz de la actuación de Galkin, un cantante y humorista ruso que trabajó en los canales de propaganda en Rusia y en 2014 organizó un concierto en honor a la anexión de Crimea en Yalta. 

Según explican varias fuentes cercanas al teatro, el artista se ha posicionado "a favor" del pueblo ucraniano en el conflicto, pero los activistas aseguran a este digital que se trata de un "lavado de cara". "Cambió su discurso cuando vio que no podría actuar en Europa si seguía defendiendo sus ideales, que siempre han apoyado la ideología de Vladimir Putin", aseguran.

BOMBARDEOS

El pasado 10 de octubre Galkin realizo su primer concierto, en coincidencia con el inicio de los bombardeos masivos en todas las regiones de Ucrania –los más intensos desde el comienzo de la guerra–. Ese mismo día unos 200 ucranianos se manifestaron frente al consulado ruso y algunos de ellos se desplazaron al teatro para protestar contra la actuación del cantante. 

El organizador del concierto se acercó a los manifestantes y, según los denunciantes, "fingió no saber nada del pasado de Maxim Galkin".

Una mujer ucraniana protesta frente al consulado ruso en Barcelona / CEDIDA

Una mujer ucraniana protesta frente al consulado ruso en Barcelona / CEDIDA

CONSULADO

Desde el consulado aseguran que, por el papel que tienen en la ciudad, han de ser "muy correctos" en todos los movimientos que hagan. Confirman que enviaron una carta al teatro en la que pidieron que se anulasen las actuaciones de "cualquier artista que apoyase a la guerra, independientemente de su nacionalidad".

"Es cierto que la cultura y el arte siempre tienen que ir aparte pero si entran artistas que pueden ganar dinero y aportar a la masacre ya deja de ser cultura", dice Vorobyov Artem, cónsul de Ucrania en Barcelona, a Metrópoli.

MOVILIZACIONES

La diáspora ucraniana denuncia que desde las administraciones no se haya escuchado a sus peticiones. "No entendemos que en Barcelona se acoja y se ayude al pueblo mientras se fomenten acciones que benefician económicamente a Rusia", cuenta Laura Raus, una de las activistas.

Actualmente la cancelación de las funciones es uno de los puntos que más preocupa a la comunidad. "No estamos en contra de la cultura pero en un contexto como el actual queremos difundir que en Rusia no hay nada desvinculado de la política: si estuviesen en contra de las masacres no podrían actuar", asegura Raus.

Entrada al casino de l'Aliança del Poblenou / AJUNTAMENT DE BARCELONA

Entrada al casino de l'Aliança del Poblenou / AJUNTAMENT DE BARCELONA

IMAGEN DEL POBLENOU

Preguntados por este medio, los vecinos de la zona lamentan que se "politice" un espacio como el teatro de l'Aliança, que teóricamente tiene una "finalidad social" y ahora parece estar "condicionado por los ingresos".

Varios socios de la zona reclaman que desde la dirección de Grau "no se ha consultado nada sobre las actuaciones rusas" y lamentan que se esté difundiendo "una imagen errónea" de lo que supone la institución. 

SÍMBOLOS PRORRUSOS EN BARCELONA

Las pintadas prorrusas en el Poblenou no son las únicas en la ciudad. En la antigua muralla romana de Barcelona, en el paseo de Colom o la avenida del Paral·lel también aparecieron grafitis con la letra 'Z', la simbología en apoyo al Kremlin que se empezó a usar apenas unas semanas después del inicio de la guerra. 

También pintaron la 'Z' en un centro para ayudar a los refugiados ucranianos ubicado en la Via Laietana, un hecho que denunció el asesor del Ministro de Interior ucraniano, Anton Gerashchenko, porque "suscita preocupación por la seguridad de los voluntarios que trabajan allí". "Hay que encontrar y procesar a quienes lo hicieron", pidió Gerashchenko.