Imagen de la terraza del Hotel Casa Fuster de Barcelona, un alojamiento cinco estrellas / HCF

Imagen de la terraza del Hotel Casa Fuster de Barcelona, un alojamiento cinco estrellas / HCF

El pulso de la ciudad

Los hoteles de Barcelona sufren más la crisis que los de Madrid

Los alojamientos han padecido la cancelación del Mobile en febrero y el Covid-19, a partir de marzo

22 mayo, 2020 08:24

Noticias relacionadas

Los hoteles de Barcelona han resultado más afectados que los de Madrid por la crisis sanitaria del Covid-19. Los alojamientos de la capital catalana están sufriendo de lo lindo tras un primer trimestre tendiente a cero por la cancelación del Mobile World Congress (MWC), en febrero, y el impacto de la pandemia del coronavirus, después.

Según informa Crónica Global este viernes, así lo asegura un informe de STR y la consultora Cushman & Wakefield, que concluye que existen diferencias importantes entre la Ciudad Condal y la capital del Estado.

BRUTAL CAÍDA DE INGRESOS

Dicho documento indica que los hoteles de Barcelona encajaron una caída ingresos por habitación disponible del 38% en los tres primeros meses del año. La cifra es once puntos superior a la media nacional (-27%) y queda por encima de la cantidad que arrojó la industria alojativa en la capital: un retroceso del RevPar (del inglés Revenue per available room) del 26%, doce puntos menos que la Ciudad Condal.

De hecho, Barcelona ya mostró un peor comportamiento en enero y febrero de 2020 que el resto de España. Concretamente, perdió el 17% de ingresos disponibles, arrastrando la media nacional ligeramente a la baja (-4%). Cabe destacar que Madrid y el resto de plazas crecieron a principio de año al no depender del MWC, feria que se tuvo que aplazar por el Covid-19.

DIFERENCIAS ENTRE ESPAÑA Y PORTUGAL

La capital vio crecer el RevPar un 5%, mientras que destinos como Zaragoza (+32%), Málaga (+14%) o La Coruña (+12%) se abonaron al doble dígito. Con lo que respecta a Portugal, los hoteles lusos facturaron un 1,1% menos en enero y febrero y cerraron el primer trimestre con un ajuste interanual del 27,5%, cifra similar a la española.

Los hoteles de Barcelona tuvieron una caída de ingresos del 38% entre enero y marzo / CG

Los hoteles de Barcelona tuvieron una caída de ingresos del 38% entre enero y marzo / CG


Los hoteles de Barcelona tuvieron una caída de ingresos del 38% entre enero y marzo / CG

En la desescalada, España dependerá de dos factores. El primero será la experiencia de países que ya han avanzado en la reapertura, como China. En el caso de la potencia asiática, el 90% de los hoteles ya han reabierto, recuerdan STR y Cushman & Wakefield. Las ocupaciones alcanzan el 50% en destinos como Hangzou, una de las 15 ciudades de la considerada primera corona. En la península, los hoteles dependerán de los movimientos internos en la Unión Europea (UE), sobre todo en destinos como Francia o el Benelux, que pueden acceder al país en vehículo privado si los vuelos no se han reemprendido.

LA IMPORTANCIA DE LA FASE 2

Cabe recordar que los hoteles españoles pueden volver a acoger clientes a partir de la fase 1 de la desescalada, nivel al que han pedido incorporarse Barcelona y su área metropolitana, así como Madrid, el lunes, 25 de mayo. Los alojamientos que se encuentren en zonas en las que ya se haya relajado la reclusión pueden alojar a clientes, aunque las áreas comunes y el interior de bares y restaurantes deberán permanecer cerradas.

Será solo a partir de la fase 2 en la que los espacios públicos y zonas interiores de comida de los establecimientos turísticos pueden reabrir. Por otro lado, en este punto de final gradual del aislamiento social sí siguen restringidos los aforos a discotecas y bares de ocio nocturno.

En Barcelona, el Gremi d'Hotels fue una de las primeras organizaciones empresariales en ordenar el cierre de establecimientos. Lo hizo el lunes 16 de marzo. Tras ello se fueron produciendo cierres de alojamientos y expedientes de despido temporal (ERTE) masivos. Tras esta decisión, estos espacios han pedido alargar los ERTE, puesto que la inmensa mayoría no confía en remontar demanda en verano.