Una finca del movimiento okupa en Barcelona / EFE

Una finca del movimiento okupa en Barcelona / EFE

El pulso de la ciudad

ERC: "No es lo mismo ocupar para vivir que para actividades ilegales"

La oposición municipal critica las insuficientes políticas de vivienda del Ayuntamiento y la permisividad de Colau con los delitos y los okupas

10 marzo, 2019 00:01

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El barómetro de Metrópoli Abierta de este febrero, a tres meses de las elecciones municipales, destaca que la ocupación de viviendas y locales es un problema preocupante en Barcelona. Un 54,2% de los encuestados asegura conocer algún piso o local ocupado en su barrio. Por distritos, los vecinos de Sants-Montjuïc, Gràcia, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí son los más porcentajes, con porcentajes por encima del 60% en todas las zonas citadas. 

Un 72,8% de los ciudadanos entrevistados ve el problema de la ocupación de pisos locales como grave o muy grave. Concretamente, el porcentaje de vecinos que lo ve como un problema muy grave es del 41,5%, y bastante grave, un 31,3%. La encuesta también arroja que un 66,9% de los encuestadosconsidera que la principal administración responsable es el Ayuntamiento de Barcelona. Y un 61,5% también ve a Ada Colau como muy permisiva y tolerante con el movimiento okupa. De la ocupación de edificios ni siquiera se libran las fincas protegidas, como la Torre del Fang.

POLÍTICAS INSUFICIENTES EN VIVIENDA

El concejal de ERC, Jordi Coronas, dice que "hay diferentes tipos de ocupación y opina que no se pueden poner todas en el mismo saco". Coronas considera que las ocupaciones por falta de vivienda hay que abordarlas con pisos públicos y en este ámbito lo que ha hecho el gobierno de Colau ha sido "insuficiente", y ha dado lugar a mafias que ocupan y alquilan. La necesidad ha llevado también a algunas personas incluso a ocupar un quiosco de prensa cerrado para poder cobijarse.

Un quiosco cerrado, en el distrito de Sant Martí, que fue ocupado por una persona / JORDI SUBIRANA

Un quiosco cerrado, en el distrito de Sant Martí, que fue ocupado por una persona / JORDI SUBIRANA


Según Coronas, un local ocupado que ofrece actividades y servicios a la ciudadanía no tiene que ser un problema "siempre que se garantice la seguridad y el respeto a los vecinos". También subraya "que no es lo mismo ocupar para vivir que para hacer actividades ilegales, como tener un narcopiso" y valora que es muy diferente si el propietario es un banco o un fondo de inversión o un particular.

ALENTAR LA OCUPACIÓN

La líder de Ciutadans en Barcelona, Carina Mejías, dice que Colau es muy permisiva con los movimientos okupas. Reiteradamente ha criticado que la alcaldesa “protege y subvenciona” algunos movimientos radicales. “Ella y Gala Pin fueron okupas. Tienen y mantienen contactos dentro del movimiento”, insiste la edil naranja, que también señala que desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) “se ha alentado la ocupación ilegal y se han editado panfletos de cómo okupar edificios".

Mejías, muy crítica con Colau, añade: “Se han paralizado transformaciones urbanas, como en Gràcia, para evitar derribar edificios okupados y en otros casos se han adquirido edificios con la excusa de destinarlos a entidades juveniles que sabemos que dentro están grupos okupas y de Arran”. “Cup, Arran y okupas son lo mismo”, sentencia Mejías.

"ALCALDESA CON K"

Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del PP, también se ha mostrado muy crítico con la permisividad de Colau respecto al movimiento okupa. “Debemos desocupar Barcelona de okupas”, desliza Fernández con su habitual ironía, la misma con la que proclama que “Colau ocupa el cargo de alcaldesa con k de okupa”.

En conversación con Metrópoli Abierta, el regidor del PP recalca que “en Barcelona se han producido muchas ocupaciones ilegales” y esgrime que “la tolerancia de Colau ha generado un efecto llamada en Barcelona”. “Las denuncias y las quejas de vecinos por molestias producidas por okupas se han incrementado un 60%, según la síndica”, recalca Fernández, convencido de que la mayoría de los actuales desalojos “no son por impagos de las hipoteca".

"PROBLEMAS CON LOS OKUPAS"

Desde las filas del PDeCAT, el concejal Jordi Martí dice que su partido se posiciona en contra el movimiento okupa con k. "Siempre hemos estado en contra. Siempre crean problemas a todo el mundo, a los propietarios públicos y privados, a las administraciones públicas, a los vecinos, al orden público", opina Martí, que mientras fue concejal de Sants-Montjuïc con Xavier Trias como alcalde mantuvo un conflicto abierto con Can Vies.

Martí asegura que el Ayuntamiento, desde la llegada de Colau, ha hecho un cambio de actitud respecto al movimiento okupa. El regidor es de la opinión que hay connivencia ideológica entre la alcaldesa y los okupas y recuerda que Gala Pin ha sido okupa y la propia alcaldesa ha okupado viviendas. Para el PDeCAT, la pasividad del Ayuntamiento en este ámbito ha aumentado desde que Colau es alcaldesa. El concejal del PDeCAT entiende que haya familias que ocupen por necesidad, pero exige al gobierno municipal que haga su trabajo y ponga a disposición de estas personas pisos y otros alojamientos en los que vivir. "Nunca criminalizaremos a las familias vulnerables, pero el Ayuntamiento tiene que dar respuesta a las necesidades de estas personas. Lo difícil es gestionar".

Un bloque de pisos en Barcelona como los que habitualmente se ocupan. 

Un bloque de pisos en Barcelona como los que habitualmente se ocupan. 


FRACASO EN VIVIENDA

La regidora del PSC, Carmen Andrés, opina que la ocupación en Barcelona se ha disparado por partida doble provocada por los fracasos de Colau en materia de seguridad y vivienda. Según Andrés, en Barcelona confluyen dos tipos de ocupaciones, y una de ellas es para cometer delitos. Se trata de las ocupaciones de pisos por parte de redes organizadas que se dedican a cometer actos ilícitos, como la venta o consumo de droga, como sucede en Ciutat Vella. Otras redes se dedican a realquilar estos pisos a personas con necesidad habitacional. Casos como estos son comunes en Ciutat Meridiana y Trinitat Vella ante la inacción de Colau. "Dicha inacción acaba derivando en problemas graves de seguridad", sostiene.

Andrés también denuncia que el fracaso de Colau en la construcción de vivienda pública ha condenado familias vulnerables a ocupar, como última opción. "Más de 30.000 familias son solicitantes en el registro de vivienda pública sin recibir respuesta. Se trata de un record histórico. Muchas familias que han sido declaradas en situación de emergencia social han tardado hasta un año en recibir respuesta. Colau en cuatro años solo habrá sacado 700 pisos de alquiler social mientras en el último mandato con un gobierno socialista se construyeron 4.000".