Opium, Pachá y Shoko montan fiestas clandestinas

Con la sexta ola del coronavirus, el gobierno catalán decidió cerrar el ocio nocturno e implantar el toque de queda de 1 a 6 de la madrugada. En este sentido, los restaurantes pueden abrir hasta pasada la medianoche y a la 1:00 todo el mundo debe salir del local y regresar a sus viviendas. 

El pasaporte covid es obligatorio para entrar en los espacios cerrados y en algunos locales piden incluso el DNI. Discotecas del Front Marítim como Opium y Pachá han apostado por empezar a servir cenas y, durante el servicio, convertir el restaurante improvisado en una pista de baile con DJ y camareros, como si se tratara de un local de ocio nocturno.

NIEGAN QUE FUNCIONEN COMO DISCOTECAS

Según avanza la SER, los espacios del ocio nocturno se saltan el cierre aprovechando las licencias de restauración y abren los negocios, pero niegan que funcionen como discotecas. Por escenas similares a las anteriores, Javier Bordas, director de Costa Este –grupo al que pertenecen múltiples discotecas–, siempre ha declarado a este medio que las imágenes representan hechos puntuales.  

La gran mayoría de los clientes que regentan estos espacios son turistas y la policía asegura que “es inútil sancionar a estas personas, son extranjeros y no les llegarán”.

DESALOJO 

Tanto Guardia Urbana como Mossos d’Esquadra realizan tareas de prevención e información y la policía local del distrito lleva a cabo inspecciones periódicas en estas discotecas. Sin embargo, desde el consistorio afirman que "no pueden permanecer 24 horas controlándolos y que tampoco tienen capacidad de desalojar estos locales". 

RESTRICCIONES

Entre las restricciones para frenar la propagación de la pandemia se encuentra limitar las reuniones sociales a un máximo de diez personas –excepto si son convivientes– y garantizar que cada persona disponga de una distancia de separación mínima de 2,5 metros. Asimismo, el toque de queda sigue vigente en decenas municipios catalanes desde las 1:00 horas hasta las 6:00 horas.