Una integrante de Las Kellys a la izquierda y Pau Guardans a la derecha / FOTOMONTAJE

Una integrante de Las Kellys a la izquierda y Pau Guardans a la derecha / FOTOMONTAJE

El pulso de la ciudad

Las Kellys ven una mano negra en el robo de su documentación

El hurto se ha producido pocos días antes de que se celebre el juicio contra el Grand Hotel Central

26 octubre, 2019 00:00

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El pasado miércoles, los juristas de Laie Advocats se encontraron el despacho allanado. Alguien había removido y tirado por el suelo los expedientes de algunos casos que llevan desde este bufete. Pero solo habían robado los portátiles de dos abogados especializados en derechos laborales que, justamente, son los que llevan el caso de Las Kellys Barcelona, la asociación de camareras de piso que reivindica mejores condiciones laborales en el sector. Las integrantes del colectivo sospechan que una mano negra quiere boicotear su intento de luchar contra la precariedad laboral con la que conviven a diario.

A PUERTAS DEL JUICIO

Así lo cuenta a Metrópoli Abierta Vania Arana, portavoz de Las Kellys Barcelona. “Denunciamos al Grand Hotel Central porque meses atrás despidió a dos compañeras por sindicarse. Y ahora ocurre esto a puertas del juicio, que se celebra el 12 de noviembre... Esto ha generado un shock entre nosotras. No se llevaron otros objetos de valor del despacho ni ningún ordenador más", indica Arana, que al mismo tiempo explica que Las Kellys creen que una persona del Grand Hotel Central o del Gremi d'Hotels de Barcelona (GHB) está detrás de este allanamiento. Arana, sin embargo, admite que por el momento no tienen pruebas. 

EN PELIGRO SU INTEGRIDAD

Las Kellys no pueden evitar ver este allanamiento como una advertencia. “Para nosotras esto no es solo robar. Va más allá. Es un aviso de alguien que nos dice: ‘cuidado, estamos aquí y somos capaces de todo’. Vemos que nuestra integridad corre peligro cuando, en realidad, solo queremos tirar adelante con el juicio e intentar esclarecer la verdad de lo que ocurrió a nuestras compañeras”, señala Arana, que acto seguido celebra que las pruebas más importantes, como grabaciones, aún las tienen ellas, las guardan “en otros sitios”.

Para Arana, el motivo del asalto al despacho Laie Advocats es que los hoteleros están a años a luz de querer que Las Kellys ganen este juicio. ¿La razón? “Sería una gran derrota a su sistema de trabajo (precariedad e externalización). Cuando, en realidad, llevan años vulnerando nuestros derechos. Todo este es perverso, es algo que mina la integridad del ser humano y el trabajador”, sostiene Arana.

PAU GUARDANS

En el jucio del 12 de noviembre, Las Kellys se enfrentan a uno de los pesos pesados del sector hotelero de Barcelona: Pau Guardans, presidente del lobby empresarial Barcelona Global y dueño de la cadena Único Hotels (a la que pertenece el Grand Hotel Central). Su poder nunca ha frenado las ganas de luchar de Las Kellys. Desde el pasado abril, se manifiestan cada viernes frente al Grand Hotel Central, ubicado en Via Laietana, por sus compañeras despedidas. Y ahora que están tan cerca del juicio, van a seguir defendiendo los derechos que siempre deberían haber tenido.

Las Kellys protestan frente al Grand Hotel Central / LAS KELLYS BARCELONA

Las Kellys protestan frente al Grand Hotel Central / LAS KELLYS BARCELONA


Después de este suceso, Las Kellys Barcelona se han reunido para abordar el tema. A pesar del miedo que les puede suscitar que alguien esté dispuesto a robarles pruebas del juicio, no se van a quedar calladas ni se van a encerrar en sus casas. Al contrario. Si antes ya iban a por todas, ahora su empeño por ganar no conoce límites. “Todas hemos dicho lo mismo: seguiremos hasta el final. Lo único que hace esto es alimentar más nuestras fuerzas por lo malos que son y lo poco que les importan las demás personas”, sentencia.  Este medio se ha puesto en contacto con el Gremi d'Hotels de Barcelona (GHB) para conocer su versión pero no ha respondido a sus requerimientos.

CASOS DE PRECARIEDAD LABORAL

Lamentablemente sobran las pruebas y casos que muestran la precariedad bajo la que trabajan las Kellys. En agosto, Metrópoli Abierta conversó con una de las integrantes de las Kellys, R.H., quien contó que el pasado diciembre limpiaba deprisa las habitaciones de un hotel de Barcelona para no terminar mucho más tarde de su hora de salida. Pero lo que no imaginaba es que, al hacer una cama, ese raudo ritmo le haría caerse al suelo y lesionarse el brazo. “Me dolía mucho. No podía ni vestirme. Una compañera me ayudó a ponerme los zapatos y la chaqueta y me fui directa al médico”, explicó la mujer de 51 años.

R.H. aseguró que la causa de su incidente fue la sobrecarga de trabajo a la que están sometidas a diario. Una realidad que confirmó otra miembro del colectivo, M.S., al detallar que actualmente deben limpiar “desde 15, 20, 25 o hasta 30 habitaciones” en ocho horas por un sueldo que, para algunas, es solo de 750 euros. “No damos abasto. Tenemos que correr. Nos están presionando todo el rato. Pero oye, ¡tenemos dos manos, no tenemos 20!”, indicó a este diario la trabajadora de 46 años al hablar de una rutina que tiene a la explotación como constante y que ha hecho que muchas camareras de piso se movilicen. El juicio del 12 de noviembre es su próxima acción. 

DESDE 2016

El despaco Laie Advocats defiende las causas de Las Kellys desde hace años. Desde que nacieron en 2016 para mejorar las condiciones de trabajo con las que conviven a diario, han impulsado diversas campañas y se han anotado victorias judiciales. Su principal demanda es atajar la cesión ilegal de trabajadores a empresas multiservicios por parte de los hoteleros. Perciben esta práctica empresarial como ilegal, como concluyó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en 2018.