Unos 60 gatos han muerto en la isla / TUXEDO CAT

Unos 60 gatos han muerto en la isla / TUXEDO CAT

El pulso de la ciudad

Misterio casi resuelto en la isla nipona donde han muerto unos 60 gatos

En los últimos cinco años la población felina de Umashima ha pasado de ser de 90 gatos a 30

8 agosto, 2019 12:22

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Hay una isla remota de Japón, Umashima, que en los últimos años ha sido habitada por más gatos que personas. En 2014 había 90 felinos y 30 personas, pero el hecho de que el número de felinos haya caído en 2019 hasta 30, ha hecho saltar las alarmas entre los vecinos. Ahora, las autoridades de la isla nipona parecen estar cerca de resolver el misterio de por qué Umashima ya no es la isla de gatos que fue en su día. 

Las primeras sospechas de que los animales podían ser envenenados surgieron cuando los residentes encontraron trozos de pescado con una enigmática sustancia azul en varios lugares de Umashima. También vieron a gatos callejeros en apuros físicos y a otros aparentemente sanos espumar por la boca y después fallecer. Y en 2017, se hallaron cinco felinos muertos o a punto de morir cerca del puerto de la isla, informó el diario nipón Mainichi Shimbun.

ENVENENADOS

El dramático descenso de la población de gatos ha atraído recientemente el interés de los medios de comunicación a la isla. Esta semana, una cadena de televisión japonesa se hizo con una información insólita al hablar con un local, que reconoció haber colocado trozos de pescado en un campo de cultivo. Contenían un químico y su objetivo era evitar que los cuervos se comieran sus cultivos de patatas. "Nunca fue mi intención dañar a ningún gato", dijo al canal local de noticias RKB.

A pesar de que este local se declaró inocente, Sachie Yamazaki, integrante del grupo local animalista Scat, puso en duda su versión. "No hay tantos cuervos en Umashima, y la comida encontrada en los campos estaba claramente destinada a gatos", dijo Yamazaki a The Guardian.

Según apuntan los informes, los activistas animalistas creen que lo más oportuno es evacuar a los gatos que quedan en la isla para que no corran más peligros. Por su parte, algunos residentes lamentaron la posibilidad de que pudiesen haber sido envenenados. “Estoy enfadado y triste. Si alguien es responsable de esta crueldad, quiero que le detengan”, afirmó al rotativo británico un residente al Mainichi.