El Ayuntamiento de Barcelona acaba con los 'pisos colmena'

Que sí, que no, que nunca te decides. La historia de los pisos colmena parece no tener fin. Hace unos días, el Ayuntamiento de Barcelona trató de clausurar el local de Sants sin éxito. Este miércoles lo ha conseguido. ¿Será definitivo? Mientras que el consistorio asegura "no se permite la infravivienda ni la vivienda fuera de la normativa en esta ciudad", la empresa Haibu 4.0 insiste en que su proyecto "sigue acogiéndose a la ley". 

Esta vez la suspensión ha llegado después de comprobar el incumplimiento de la orden de cese de las obras en el local de la calle Constitución 108-114 (en el barrio de La Bordeta), el 21 de septiembre pasado porque no disponían del permiso adecuado, y el 29 de octubre, tras constatar que no la habían cumplido.

AUTORIZACIÓN JUDICIAL

Es por eso que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 7 ha autorizado al Ayuntamiento de Barcelona y a la Guàrdia Urbana el acceso a la propiedad privada para hacer efectivo el precinto, después de constatar, por parte del Juzgado, que el promotor de las obras no había acatado las órdenes y proseguía las obras.

Así, en una nota de prensa, el ayuntamiento señala que este precinto garantiza que las obras no continúen e informa de que, además, se procederá a la retirada de maquinaria y materiales de obra, así como al corte de servicios de agua, gas y electricidad, como prevé el reglamento sobre protección de la legalidad urbanística. En este sentido, el consistorio ha recordado la "ilegalidad de esta tipología de infravivienda", que no cumple con la legislación vigente en materia de vivienda.

HAIBU NIEGA QUE EXISTA UNA ORDEN

Por su parte, la empresa Haibu 4.0 ha afirmado que no se les ha mostrado la orden judicial para precintar las obras en el local. En un comunicado, la empresa ha explicado que, en el momento de la intervención no había nadie en el local, por lo que la comitiva "ha reventado la puerta" para acceder a su interior, una operación en la que han participado ocho agentes de la Guàrdia Urbana y tres inspectores del departamento técnico de Sants.

La startup ha explicado que su sistema de alarma les ha comunicado la entrada al espacio, por lo que se han presentado en el local 15 minutos después: "Hemos pedido explicaciones, los técnicos no han querido mostrar la orden judicial que decían que traían, y nos han dicho que si queremos información, no tendríamos que dirigir al Juzgado Contencioso Administrativo número 7 de Barcelona".

UNA ALTERNATIVA A LA JAPONESA

Tal como informaba este medio, los pisos colmena se presentan como alternativa para aquellas personas de fuera que trabajan o estudian en Barcelona. Por unos 200 euros al mes, uno tiene acceso a una cápsula, en la que hay colocada una cama, una estantería y una mesita. El inquilino también puede compartir con otras personas del local un salón con microondas y un baño. Además, la persona tendrá acceso al Wi-Fi y limpieza de las zonas comunes.