Imagen aérea del puerto de Barcelona / PORT DE BARCELONA

Imagen aérea del puerto de Barcelona / PORT DE BARCELONA

El pulso de la ciudad

La segunda bocana del puerto limitará los comercios y los restaurantes

El nuevo espacio ganado al mar priorizará los usos formativos, náuticos y culturales

1 mayo, 2018 10:59

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La futura segunda bocana del puerto de Barcelona ganará 14.000 nuevos metros cuadrados de tierra arrancados al mar que tendrán como principal objetivo recuperar el litoral de la ciudad para uso y disfrute de los vecinos. Por este motivo, se van a potenciar los usos formativos, náuticos, tecnológicos y culturales, de sus tres principales ámbitos -la Marina Vela, el núcleo central y el muelle de Llevant- en los que estarán acotados los usos más turísticos. Así, ninguno de los nuevos edificios que se construyan podrá dedicarse a una única actividad y se limitarán a un 20% los establecimientos comerciales y a un 15% los locales de restauración.

El proyecto definitivo de ampliación de las instalaciones portuarias es fruto de casi un año de tiras y aflojas entre el Port de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona. Se puede decir que después de dos modificaciones consecutivas sin éxito, a la tercera va a ir la vencida porque el plan urbanístico cuenta con el respaldo del equipo de gobierno de la alcaldesa Ada Colau (Barcelona en Comú) y la práctica totalidad del plenario municipal (PDeCAT, Ciutadans, ERC PSC, PP y el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy).

La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz (BeC), ha destacado que con la apertura de la segunda bocana, Barcelona “ganará espacio de uso público de gran centralidad”, del que destacan sus usos náuticos. Entre los elementos de la nueva bocana destacan la habilitación de dos espacios para el paseo, en el perímetro de la futura Marina Vela, que tendrá las mismas dimensiones que la Rambla. También llama la atención que en el planeamiento definitivo se han incorporado a los futuros equipamientos usos no previstos inicialmente, como el cultural y el docente.

UN MIRADOR PÚBLICO CON VISTAS AL MEDITERRÁNEO

Del sector de la Marina Vela destaca su edificio principal, denominado Puente-Puerta-Puerto, que funcionará como un pórtico y a la vez como un puente que llevará hasta los muelles. Además, el edifico tendrá el atractivo de ser un mirador abierto, de uso completamente público, con unas privilegiadas vistas sobre el Mediterráneo. En su interior, el Puente-Puerta-Puerto dispondrá de restaurantes en su primera planta mientras que la planta bajo-rasante será multifuncional, con tiendas, espacios culturales y oficinas de la propia marina.

Simulación gráfico de la distribución de espacios y edificios en la futura bocana / AJUNTAMENT DE BARCELONA 

Simulación gráfico de la distribución de espacios y edificios en la futura bocana / AJUNTAMENT DE BARCELONA 


En la zona del dique exterior de la marina destaca el edificio Martell, de 450 metros cuadrados, que el Port de Barcelona cederá la municipio para usos docentes y que incluirá tres amarres. Junto al inmueble educativo se instalará la base provincial de la Creu Roja del Mar, que tendrás sus propios amarres. Del contiguo muelle de Llevant sobresalen la Capitanía de la Marina Vela y los tinglados, que se especializarán en actividades náuticas y en menor medida a la restauración, aunque “con ciertas limitaciones”, inciden desde el Ayuntamiento de Barcelona.

El núcleo central de la segunda bocana todavía tiene que definir su aspecto y su funcionalidad específica (docente o cultural) porque requerirá que en una segunda fase el Port de Barcelona elabore un proyecto, que será redactado por un grupo de expertos, que posteriormente trequerirá del visto bueno municipal, que se formalizará mediante la firma de un convenio. Janet Sanz ha especificado que el proyecto que se presente deberá “responder a las necesidades de los barrios del entorno y contribuir a recuperar la relación de los vecinos y vecinas con el puerto y con el mar”.

UN INSTITUTO DE NÁUTICA CON ASTILLEROS

En el tercer sector de la bocana, denominado el Nodo, se ubicará el Instituto de la Náutica de Barcelona (edificio El Far) y otros equipamientos formativos, educativos y tecnológicos vinculados a la navegación marítima. También habrá en este área talleres y astilleros, alguno de ellos recuperados de los existentes y vinculados al instituto náutico. El proyecto también acarreará la reordenació de las terminales de cruceros