Jóvenes de Trinitat Vella reivindican su arte en la ciudad

‘El Charco, el festival de las afueras’ estrena su primera edición del 4 al 7 de octubre en el barrio de la Trinitat Vella, en el distrito Sant Andreu. El arte de las mujeres de la periferia es el tema principal sobre el que versan una cincuentena de actividades artísticas de carácter reivindicativo.

La iniciativa la ha impulsado el colectivo ‘maletas viejas’, formado por cinco jóvenes del barrio de entre 18 y 24 años. Este equipo se ha encargado de reunir a más de 90 artistas de vanguardia que tomarán los espacios del barrio para poner en valor el papel de la mujer en los barrios periféricos de Barcelona.

Este festival de arte que durará cuatro días acogerá conciertos, obras de teatro actividades familiares, talleres creativos, y de autodefensa para el empoderamiento de las mujeres, un cabaret, etcétera con el apoyo del distrito de Sant Andreu, diversas entidades del barrio y pequeños comercios.

Una de las organizadoras de este acontecimiento social y artístico único en el barrio, María Martínez, ha destacado la exposición colectiva en la que participan 21 artistas de toda la ciudad y el teatro que se representará desde algunos balcones del barrio. Todas las actividades serán gratuitas y se llevarán a cabo en diversos espacios del barrio, así como en la plaza y en el parque de la Trinitat y en la la Biblioteca Trinitat Vella – José Barbero.

Dani Ruiz, organizador de 'El Charco' explica que la iniciativa nace con el objetivo de apoyar a jóvenes artistas emergentes y a poner en valor este barrio periférico mediante el arte.

'El Charco'

EL ROL DE LA MUJER EN LA PERIFERIA DE BCN 

Desde el inicio de ‘El Charco’ y durante todo el mes de octubre, una exposición suma el relato feminista periférico con el manifiesto escrito por la periodista Anna Pacheco, el cual dice que “no hay nada más valioso que las mujeres que se desgastaron las piernas y las manos para que las hijas y las nietas crecieses, estudiasen y brillasen todo lo que ellas no pudieron”.

Decenas de mujeres que llegaron a este barrio en la década de los años 60’ o 70’ procedentes de distintos puntos de la geografía española han dejado un legado que ahora, sus descendientes barcelonesas quieren reclamar: la cultura que también pueden ofrecer a Barcelona.