El exdiputado del PSC, Joan Ferran / XAVIER RIUS @xriusenoticies

El exdiputado del PSC, Joan Ferran / XAVIER RIUS @xriusenoticies

Ciutat vella

El piso de un exdiputado del PSC, convertido en narcopiso del Raval

El socialista Joan Ferran relata el calvario que sufrió durante la pandemia y el dinero que ha perdido por una usurpación ilegal de su vivienda

26 octubre, 2021 21:57

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Okupaciones, amenazas, juicios, abogados y dinero, mucho dinero. Al exdiputado del PSC Joan Ferran las sucesivas okupaciones de un piso familiar del Raval le ha costado más de 100.000 euros. Es el dinero que perdió en la venta del apartamento, después de sortear un auténtico calvario marcado por grupos delictivos que convirtieron el piso en uno de los narcopisos del Raval. Todo ocurrió durante el confinamiento.

La escalera ya había sufrido cinco intentos, pero en el piso de su madre los okupas dieron en el blanco. Ferran quería vender el piso después del fallecimiento de su madre, aunque las okupaciones ilegales lo truncaron todo.

UNA "COMPRA" POR 1.500 EUROS

Los vecinos le avisaron de que el piso, ubicado en la calle del Arc del Teatre, una zona "muy delicada" con diversos narcopisos --según el expolítico-- había sido okupado. Cuando el que fuera primer secretario de la federación de los socialistas en Barcelona se dirigió a la vivienda, un hombre lo amenazó. "Que te digan: 'te voy a rajar, me he quedado con tu cara', es un poco fuerte", relataba hace unos días en una entrevista con el periodista Xavier Rius.

En el juicio, los okupas argumentaron que habían comprado el piso por 1.500 euros a un tal "Jordi". Lo cierto es que entre los ocupantes había personas con antecedentes por robo y tenencia de armas. El juez le dio la razón a Ferran, aunque el problema no terminó allí. Cuando se dirigió al piso para recuperarlo se encontró a un segundo grupo de okupas, que le negaron la entrada a su domicilio.

MÁS OKUPACIONES

Una semana más tarde, recibió una llamada de los Mossos d'Esquadra de madrugada preguntando por el dueño del piso, que se había convertido en un narcopiso. El apartamento había sido objeto de un operativo policial contra la venta de la droga. El interior del inmueble estaba destrozado. La casa aun sufrió una nueva okupación, la última, a pesar de cambiar la cerradura e instalar una alarma. 

Finalmente, el exdiputado por el Parlament vendió el piso por unos 100.000 euros, muy lejos de los 230.000 euros de valor que tenía el apartamento previamente.