Preocupación por la gran sequía en Barcelona: tampoco lloverá en febrero

Tras un mes de enero anormalmente seco en Barcelona, en el que tampoco ha llovido prácticamente en el resto del área metropolitana, los mapas meteorológicos pronostican que la sequía se alargue también durante el mes de febrero.

La situación es especialmente preocupante porque en otoño, la época más lluviosa del año, apenas llovió. Y de hecho no lo hace con intensidad desde la primavera de 2020. Algo que alarma por dos motivos. El primero, que los bosques barceloneses están cada vez más secos, por lo que el riesgo de incendio incrementará a medida que se acerque el verano. El segundo, que los pantanos están más vacios de lo que es habitual en un mes de enero, debido a que en el resto de Cataluña las precipitaciones también han sido escasas.

Mapa de precipitación que muestra que tampoco habrá lluvias en el área de Barcelona durante la primera semana de febrero / ECMWF

PREALERTA POR FALTA DE AGUA EN LOS PANTANOS

Para poner dos ejemplos, el embalse de la Baells está al 57% de su capacidad, mientras que hace un año estaba al 87%; y el pantano de Sau apenas llega al 45%, cuando hace un año estaba al 79%. La red Ter-Llobregat, que abastece a la capital y a la mayoría de la población catalana, se encuentra en conjunto por debajo del 60% y ha activado ya el estado de prealerta.

La sequía de febrero afectará a toda la Península Ibérica, con especial incicendia en el Pirineo, toda la costa cantábrica y Galicia. En el resto de Europa, la situación será similar y tan solo se espera que haya más lluvias de lo habitual para esta época del año en las Islas Británicas y Escandinavia.