Imagen de la Masía Montroy / INMA SANTOS

Imagen de la Masía Montroy / INMA SANTOS

Vivir en Barcelona

La masía de Montroy: de bodega a ‘Fab Lab’

El arquitecto francés Erik Morvan compró la histórica bodega de Pedro Masana y la reformó para crear un innovador espacio de investigación y creación en Poblenou

9 octubre, 2022 00:00

Un señor vestido de baturro escancia vino en una tinaja que sirve de esfera al curioso reloj de sol dibujado en la fachada del número 17 de la calle Taulat de Poblenou. En su interior, en letras negras, reza: “El sol es vida, Montroy es alegría”. Hubo un tiempo en que ese señor grandote con cachirulo era un fijo ferias (fijas o ambulantes), casetas y chiringuitos. Es la imagen de Montroy, la marca de añejo más reconocido de la empresa cosechera de vinos Pedro Masana, una de las principales bodegas de Barcelona.

La historia de esta propiedad se remonta a principios del siglo XX. La empresa familiar de elaboración y envejecimiento de vinos y cavas, fundada en el año 1900 por el empresario catalán Pedro Masana Rodó, compró en los años 30 una nave que ordenó reformar para convertirla en una idílica masía: entrada con arco de medio punto, ventanales de piedra vista y su tradicional reloj de sol. Diez años después, en 1940, se abrió la fachada posterior desde donde se accedía a las oficinas. Y así, con sus dos tallas de piedra en forma de toneles de vino flanqueando la entrada principal –no las busquéis, ya solo están en el recuerdo-- Montroy se convirtió en una de las principales bodegas de Barcelona en una ubicación inmejorable: la zona bautizada como “el barrio de la Plata”, que acabó convirtiéndose en núcleo del comercio del vino y emblema bodeguero.

LA ESENCIA DE LA HISTÓRICA BODEGA

Pero todo tiene un final, y la masía de Pedro Masana salió al mercado en 2016. Una oportunidad que el prestigioso arquitecto francés Erik Morvan no quiso dejar escapar. Y, tras meses de reformas, las históricas bodegas resucitaron convertidas en ‘Fab Lab’ (acrónimo de Fabrication Laboratory). Un espacio de investigación y creación “que tiene como principal objetivo asociar en la fase de diseño un taller de prototipos y maquetas para producir objetos y mobiliarios firmados a la unidad”, según explica su web.

La propiedad cuenta con 1.400 metros cuadrados distribuidos en tres pisos y sótano. Cuenta con salones, oficinas, salas de exhibición, bodega, gimnasio con jacuzzi y patio con piscina climatizada. Un moderno espacio que conserva su aspecto original en el exterior y, en el interior, la esencia de la histórica bodega.