Una treintena de personas se concentra en el Clot por las obras de la línea L1

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La L1 del metro sufre una jornada caótica (y no es por las obras)

Diversas incidencias han interrumpido el funcionamiento de varias líneas del suburbano de Barcelona

11 julio, 2019 00:10

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Miércoles caótico en el Metro de Barcelona. Los usuarios han vuelto a sufrir una jornada de colas y sudores, una tónica cada vez más habitual en el servicio de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Esta vez, la causa del mal funcionamiento no se ha debido a una huelga entre los trabajadores del suburbano, sino a múltiples incidencias encadenadas. 

La situación más grave se ha vivido en la Línea 1 (roja). Durante más de tres horas, el servicio se ha visto alterado por una incidencia ajena a TMB. Según diversas fuentes, el motivo del mal funcionamiento del metro se ha debido a la caída de una persona a la vía a la altura de Hostafrancs, aparentemente un suicidio. 

INCIDENCIAS EN LA L4

El momento más grave se ha producido sobre las dos del mediodía, cuando la línea ha dejado de funcionar en la estación de Hostafrancs, hasta las cuatro de la tarde. Durante parte de la jornada, el metro ha circulado de Hospital de Bellvitge hasta Clot pero no ha parado durante más de una hora en la estación de Hostafrancs. 

Esta incidencia ha afectado directamente a diversas vías, dado que los pasajeros han sido derivados a otras líneas del metro. Por si fuera poco, el infortunio ha coincidido con otra incidencia en la Línea 4 (amarilla), debido a la indisposición de un usuario que se encontraba en el interior de uno de los vagones del suburbano. La persona ha sido atendida por los servicios médicos y, a causa del incidente, la red ha sufrido cortes entre las estaciones de Barceloneta y Verdaguer durante aproximadamente 16 minutos

Y no sólo eso. El caos en la Línea 1 se ha sumado al cierre desde el pasado día 29 de junio de nueve estaciones desde el Clot hasta Fondo, en la parte norte de la línea, por obras de mejora de las vías. Dicho cierre ha agravado todavía más el descontrol en esta zona del metro.

Las colas y el calor han hastiado a los usuarios, ya molestos por este cierre en julio. Durante algunos días, las esperas se han alargado más de una hora para un tramo de 18 minutos. Una situación que ha acabado con la paciencia de muchos pasajeros, obligados a utilizar unas líneas de autobuses como vía alternativa que han demostrado ser insuficientes e ineficientes para absorber toda la demanda del transporte público.