Escultura de la Mutua Escolar Blanquerna

Escultura de la Mutua Escolar Blanquerna

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Homenaje a la Mutua Escolar Blanquerna

Una escultura de Núria Torras recuerda esta institución educativa catalanista, seglar e innovadora formada por una cooperativa de padres en 1924

4 junio, 2021 00:00

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En la plaza Blanquerna, en la parte de acera ancha que queda entre la calle del Portal de Santa Madrona y la calle de la Mina, en Ciutat Vella, una niña con trenzas lee un libro. Está estirada en el suelo, totalmente concentrada y ajena al niño que, en el otro extremo y con la cartera a la espalda, juguetea en el interior de uno de los tres grandes círculos enlazados sobre una enorme peana escalonada de piedra.

Allí están día y noche, pasando las horas, desde que, en 1998, el Ayuntamiento instaló el monumento del que forman parte, como homenaje a la Mutua Escolar Blanquerna. Fue una petición de la asociación de antiguos alumnos y de algún profesor en memoria de esta institución escolar catalanista, seglar e innovadora, formada por una cooperativa de padres durante los años de la Dictadura de Primo de Rivera.

TRES NIVELES DE ENSEÑANZA

La institución, creada el 1924, tuvo como objetivo principal la creación de un centro educativo en Via Augusta, donde concentró los tres niveles de enseñanza que ofrecía. El edificio, construido según planos de Jaume Mestres, se inauguró en 1933 con Alexandre Galí como asesor pedagógico. Pero fue confiscado en 1939 por su carácter catalanista, y convertido posteriormente en el Instituto Menéndez Pelayo.

El monumento, obra de Nuria Torras, exalumna del centro, está realizado en bronce sobre una larga base escalonada de piedra. Los tres aros eran el emblema de la Blanquerna y representan los tres niveles de enseñanza que impartía la institución: el parvulario y la enseñanza primaria estaban representados por un aro de color rojo; la enseñanza secundaria de chicos, denominada Academia Monturiol, por un aro azul, y la enseñanza secundaria femenina, conocida como Academia Elisenda, por uno amarillo. Los tres círculos se enlazan al mismo nivel como símbolo de la misma importancia otorgada a los tres niveles, así como de la unión del juego y el estudio que promovía el centro, ambos realizados en libertad.

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