Este es el gremio más antiguos de Europa (y está en Barcelona) / EDICIÓN METRÓPOLI

Este es el gremio más antiguos de Europa (y está en Barcelona) / EDICIÓN METRÓPOLI

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Este es el gremio más antiguo de Europa (y está en Barcelona)

Hay documentos que confirman que el Gremi de Matalassers se fundó en 1444 y actualmente tiene una marca propia registrada bajo el nombre de Gremi Descans

23 octubre, 2021 00:00

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El Gremi de Matalassers, considerado uno de los gremios más antiguos de Europa de los que se tiene constancia, data del año 1444 y todavía existe a día de hoy en Barcelona. Su especialidad, los productos de descanso, han evolucionado a lo largo de los años hasta el punto en el que las tecnologías más punteras han intervenido en el sector. No obstante, los colchones han sido una necesidad evidente a lo largo de la historia y la profesión especializada se desarrolló en la capital catalana incluso antes del descubrimiento de América.

En ese punto nació el Gremi, que es de los pocos que se mantiene activo desde su fundación. Además, se trata de la única asociación de profesionales del colchón en España. Según Antoni Feliu i Soler, presidente del Gremi de Matalassers desde 2003, a día de hoy tienen en sus manos los documentos que verifican "sus inicios". Con una base histórica tan importante, el presidente remarca que su objetivo es, igual que lo fue en su fundación, "priorizar el descanso del cliente".

"COSAS QUE NUNCA CAMBIAN"

Feliu acepta que, pese a ser una profesión histórica, el gremio trabaja para avanzar "al ritmo de la sociedad" pero conservando su esencia. Día a día se esfuerzan para adaptarse "a los nuevos dormitorios, al cambio en las horas de sueño, los materiales, y, sobre todo, a la evolución del concepto de descanso". 

La asociación cuenta con una marca propia registrada bajo el nombre de Gremi Descans. Aún así, el presidente insiste en que, como gremio, "no son una central de compras", sino "una vía para solucionar los problemas de las diferentes tiendas adscritas", que, por ejemplo, "unifica tarifas y otros criterios a nivel profesional".  Además, Feliu remarca a Metrópoli que "hay cosas que nunca cambian", por lo que el gremio pretende garantizar que se mantienen los criterios de profesionalidad que definen al oficio. 

Topper natural del Gremi de Matalassers / GREMI DE MATALASSERS

Topper natural del Gremi de Matalassers / GREMI DE MATALASSERS


MATERIALES TRADICIONALES

El presidente asegura que todavía utilizan "la lana, el algodón, el lino e incluso otros productos naturales como el bambú o el pelo de coco" para fabricar los colchones. 

Feliu mantiene que, ante un catálogo tan extenso, "todos los materiales son comunes" y "no hay ninguno que destaque por encima de otro" porque "cada uno se adecua a las necesidades del comprador". En este sentido, explica que "hay una falta de consciencia de la importancia de aplicar todos los criterios" a la hora de encontrar el colchón perfecto para cada comprador, ya que cada material se adecúa más o menos a las necesidades exigidas en cada caso. 

DISTINTIVOS DE CALIDAD

En Gremi Descans, como marca registrada, trabajan con diversos productores de colchones que garantizan la calidad que después verifican desde la asociación a través de dos distintivos: "la flor de algodón", que es el logo oficial del gremio y la letra "D", que representa el "descanso". Esta es una de las iniciativas más importantes del Gremi, pues distingue sus comercios adscritos del resto de negocios de colchones. 

Según el presidente, todos los establecimientos afiliados al gremio son comercios de barrio. "No tenemos nada en contra de las franquicias pero queremos garantizar que en todos los establecimientos hay un verdadero profesional del colchón", dice Feliu. De hecho, él mismo es propietario de una tienda de colchones (Naturdescans) en la avenida de Maragall. Lo primordial, para él, es que el cliente sepa que está tratando con un profesional. "El oficio de los colchoneros se ha de valorar porque trabajamos para la salud de los clientes mientras duermen", reivindica.

TIENDAS ADSCRITAS

Actualmente, según Feliu, en el gremio hay una media de 40 comercios adscritos. Muchas de las tiendas, según relata el propietario, son familiares y "de toda la vida". Respecto a la ubicación de los comercios, asegura que no solo son de Barcelona, sino que aceptan a cualquier socio que se alinee a su método de trabajo. 

Por ese motivo, el gremio pasó a llamarse Gremi de Matalassers en lugar de Gremi de Matalassers de Barcelona después de la Guerra Civil, "para que ningún profesional se sintiese excluido". De hecho, el experto cuenta que hace poco se sumó a ellos un socio de Mahón, en Menorca. 

Distintivo de calidad del Gremi de Matalassers / GREMI DE MATALASSERS

Distintivo de calidad del Gremi de Matalassers / GREMI DE MATALASSERS


EXPERIENCIA Y MITOS

El hecho de que la mayoría de los establecimientos que mantienen con vida al gremio sean tiendas familiares conlleva a que muchas de ellas sean también centenarias. "Lo importante no es la antigüedad en sí, sino la experiencia que esta conlleva", relata Feliu. Para el profesional, el hecho de haber trabajado con colchones desde los inicios hace que se valore mucho más la profesión y no todo se base "en vender a toda costa las últimas novedades del mercado".

En esta línea, defiende que los expertos conozcan el producto y todos sus características técnicas para poder aconsejar "como se debe" al comprador. Uno de los aspectos más explotados en las campañas publicitarias de venta de colchones, según relata el presidente, es la "esperanza de vida de un colchón", que hace que los productos se vendan más a menudo.

Desde su formación y experiencia, Feliu explica que, generalmente, un colchón dura de 8 a 12 años. El "mito" más generalizado es que "los colchones se deben renovar cada 10 años" –por un spot publicitario–, pero el profesional remarca que la durabilidad no se puede fijar cuantitativamente, ya que influye la calidad del colchón, el trato del mismo y la exigencia de descanso del usuario.

VALORAR EL DESCANSO

El propietario de Naturdescans agradece que la pandemia –a nivel de negocio– no ha tenido un impacto muy grave en su comercio. "Es evidente que tener una tienda cerrada durante tanto tiempo es duro para todos", explica. No obstante, considera que "la crisis del coronavirus ha hecho que los ciudadanos valoren más la importancia de los colchones" y celebra que, desde que subieron la persiana, han tenido mucho trabajo. 

"La profesión de los colchoneros y los pintores se ha revalorizado muchísimo en pandemia. Hemos visto tanto las paredes y hemos pasado tanto rato en la cama que nos hemos dado cuenta de su relevancia en la rutina", comenta con orgullo.