Un Black Friday diferente. Sin aglomeraciones, empujones o largas esperas en los probadores. Con menos dinero en efectivo y más pagos en tarjeta, con mascarillas obligatorias y gel hidroalcohólico en las puertas de todos los establecimientos y ordenadas colas a las puertas de las tiendas. La pandemia del coronavirus ha hecho que Barcelona viva de una forma totalmente distinta esta jornada tan señalada para el comercio desde hace unos años.
El evento, que nació en los Estados Unidos tras el día de Acción de Gracias o Thanksgiving, hace años que se celebra con entusiasmo entre los sectores económicos de Barcelona. Los grandes descuentos ayudaban a incentivar las ventas y los comerciantes conseguían recaudar la facturación de una semana en un solo un día, pero este año no ha sido así. A pesar de que ha habido un aumento de la clientela, no se ha producido el fenómeno de consumismo masivo que ocurría desde su implantación en la capital catalana.
UN VIERNES NEGRO ATÍPICO
Tal y como se puede ver en la fotogalería realizada por Metrópoli Abierta, el centro de la ciudad ha vivido un Viernes Negro atípico. Las tiendas no se han llenado hasta los topes gracias a la organización de los empleados. Por su parte, la gran mayoría de los consumidores han sido cautelosos y precavidos y no han removido estantes a lo loco con tal de encontrar la mejor ganga.
En definitiva, ha sido un día de ventas que seguramente signifique un incentivo para los comerciantes pero que, ni de lejos, les hará recuperar todo el dinero que han perdido por culpa del Covid-19.

Los barceloneses se animan a ir al centro
Multitud de personas se han animado a ir al centro de Barcelona para aprovechar los descuentos del Black Friday / PABLO MIRANZO

Colas con distancia de seguridad
Las tiendas amanecen con colas con distancia de seguridad durante el Black Friday / PABLO MIRANZO

Paradas para descansar entre compras/PABLO MIRANZO
Una chica se sienta para descansar y consultar su móvil durante el Black Friday en el centro de Barcelona / PABLO MIRANZO

Aprovechando los descuentos
Un hombre pasea por la plaza de Catalunya cargado con bolsas tras aprovechar los descuentos del Black Friday / PABLO MIRANZO

Cola en el Primark de la plaza de Catalunya / PABLO MIRANZO
Cola en el Primark de la plaza de Catalunya / PABLO MIRANZO

Sociabilizar entre compras
Jóvenes aprovechan para sociabilizar y comprar con amigos durante el Black Friday en Barcelona / PABLO MIRANZO

Mascarillas, el nuevo complemento del Viernes Negro
Una mujer con mascarilla pasa por delante de un cartel de Black Friday de un comercio de proximidad de Barcelona / EFE

El Black Friday triunfa entre la juventud
La juventud aprovecha el Black Friday para sociabilizar y divertirse en Barcelona / PABLO MIRANZO

Una mirada al consumismo
Una mujer de la tercera edad observa las largas colas de la calle desde dentro de El Corte Inglés de la plaza de Catalunya durante el Black Friday / PABLO MIRANZO

Un año distinto
Un consumidor sale de un comercio en la pasada edición del Black Friday, que este año ha sido bastante más distinto / EFE