Se acabó la función: cierra el teatro museo El Rei de la Màgia

Se alargan los aplausos. Es la última función. El mítico teatro museo de Urquinaona, El Rei de la Màgia, se ha ha despedido indefinidamente este domingo, después de realizar un último espectáculo. La magia, en este caso, no ha sido suficiente para evitar el cierre de este emblema que llevaba 16 años en funcionamiento. ¿El motivo? La falta de financiación pública.

Según ha contado el propietario del espacio, Pau Martínez, a Metrópoli Abierta, estaban pendientes de “un presupuesto de la Generalitat” que al final les han “denegado”. “Hemos intentado buscar otras maneras de seguir el proyecto, de unir fuerzas con alguien... pero no ha sido posible”, ha lamentado Martínez.

Durante estos años, el teatro museo El Rei de la Màgia ha ofrecido programación de espectáculos de magia, conferencias para profesionales y aficionados, cursos de iniciación y especialización para todas las edades y niveles, así como visitas pedagógicas para las escuelas. Más de 100.000 personas han disfrutado de más de 2.600 funciones a lo largo de este tiempo.

EL INGENIO, OTRA TIENDA QUE CERRARON

Esta noticia llega justo tres meses después de que la familia bajara la persiana de otro de sus negocios: la centenaria tienda de El Ingenio, a causa de un desacuerdo con la dueña del local, Rosa Carmona. Ahora afrontan una nueva etapa regentando solo una de sus tiendas, la más antigua del mundo, El Rei de la Màgia. Según ha podido saber este medio, trasladarán ahí las actividades pedagógicas que tenían lugar en el teatro museo.

En una carta que han publicado en sus redes sociales, han contado cómo llegaron a esta decisión “difícil” y “dolorosa”. Según afirman, durante cuatro años planificaron con las instituciones la viabilidad del proyecto con un plan arquitectónico y económico. El emplazamiento de este teatro museo iba a ser La Seca –local histórico situado en la calle Flassaders, 40– pero finalmente, a causa de un cambio en el plan de usos del proyecto, se le asignó La Seca a l'Espai Brossa, donde sigue programando a día de hoy.

Desde 2012, la partida de subvenciones para este espacio había disminuido en un 50 %. Los propietarios del negocio familiar atribuyen también el cierre a la subida del 21 % de IVA que “ha ahogado a todo el sector”. “Estamos esperando a que se calmen las aguas y a ver si más adelante las instituciones nos ayudan”, ha comentado Pau Martínez esperanzado. Veremos si, por arte de magia, tienen la oportunidad de reabrir en un futuro este espacio único dedicado al ilusionismo.