Irvine Welsh durante la presentación de su libro 'Un polvo en condiciones' (Anagrama, 2018) | HUGO FERNÁNDEZ

Irvine Welsh durante la presentación de su libro 'Un polvo en condiciones' (Anagrama, 2018) | HUGO FERNÁNDEZ

Vivir en Barcelona

Irvine Welsh: "Vivimos en un zoo disfuncional en el que todos somos hámsters"

El escritor escocés presenta en BCN su novela 'Un polvo en condiciones' (Anagrama, 2018)

14 septiembre, 2018 16:34

Hay quien con la edad se vuelve más recatado. No es el caso de Irvine Welsh, padre de Trainspotting, que no tiene un pelo de tímido. Vomita las groserías, y dice lo que piensa sin filtros, sin tapujos. Tras una temporada en Miami, ha regresado ahora a Escocia para ambientar su última novela publicada en España, Un polvo en condiciones (Anagrama, 2018). “Con el referéndum y la llegada del huracán sentí que era un buen momento para volver”, ha desvelado en una rueda de prensa este viernes.

El protagonista de la novela es un taxista llamado Juice Terry Lawson. El típico taxista perturbado, un símbolo recurrente en el cine y la literatura con casos como Being Flynn, de Paul Weitz, o Taxi, de Carlos Zanón. No obstante, este es aún más extremo: el tipo es un chulopiscinas, incansable seductor de tías buenas, traficante de drogas, encargado de una sauna regentada por mafiosos, adicto al sexo y actor porno amateur que rueda películas cutres para la web de SickBoy. Una historia descarnada, directa e irónica que no deja indiferente a los amantes del realismo sucio.

INTENSO PROCESO DE CREACIÓN: “BANG, BANG”

En el marco de la cita, el escritor escocés ha revelado su proceso de creación, que es “muy físico”. Para parir a sus personajes se encierra en una sala insonorizada acústicamente y combina las teclas del ordenador con las teclas de su tabla para pinchar. De ahí sale un personaje y una banda sonora que refleja la historia con naturalidad. En esta obra en concreto retumba el talento de Elvis mezclado con el “bang, bang” de la música techno que tanto se asocia a las obras de Welsh. Aunque ha reconocido –riendo– que “no es sano pasarse encerrado en una sala con personajes que no existen”.

Tampoco ha faltado la (ácida) crítica hacia el sistema y las dinámicas de hoy. “El comportamiento obsesivo-compulsivo es un resultado del sistema capitalista. A medida que los salarios se van encogiendo, cada vez surge más publicidad y consumimos más de todo: más droga, más sexo, más series en Netflix”, ha insistido el autor de Porno.

Welsh, convencido de sus ideas, ha zanjado con una cruda reflexión: “Vivimos en un zoo disfuncional en el que todos somos hámsters y hacemos activar la rueda con las empresas y las redes sociales”. Y en este sentido, ha considerado que “el futuro no pasa por una sociedad patriarcal ni por una de clases”. El prolífico autor se encontrará con los lectores este viernes a las 19 horas en la Biblioteca Jaume Fuster de la mano del escritor Kiko Amat.