La Sala Apolo un emblema en Barcelona

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Del swing a la música electrónica: 75 años de la Sala Apolo

La mítica sala presenta los conciertos y exposiciones especiales en este año de aniversario

10 enero, 2018 17:51

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La Sala Apolo está de celebración. Para qué engañarnos, 75 años dan para mucho. Este miércoles, Alberto Guijarro, director de la mítica sala de baile barcelonesa –la más antigua de España– ha presentado las actividades preparadas para este año de aniversario. Junto con la antropóloga Eva Espinet han dado el pistoletazo de salida a este “especial” 2018 cuyos beneficiados serán, como siempre, los fans de la sala. Conciertos, exposiciones, un libro y un documental. Hey ho, Let's go!

La historia de la Sala Apolo empezó en junio de 1943 en el primer piso de un edificio donde, ocho años antes, un industrial catalán había inaugurado un emblemático parque de atracciones cubierto, según ha explicado Eva Espinet en rueda de prensa, y que en mayo publicará un libro sobre la historia de Apolo titulado 75 anys sense parar de ballar. “Apolo ha estado siempre muy ligada a la ciudad, con actividades relacionadas con el barrio”, ha contado sobre el libro en el que han participado más de 80 personas vinculadas a la sala.

 

El director de Sala Apolo y la antropóloga en la presentación / P.B.

El director de Sala Apolo y la antropóloga en la presentación / P.B.


El programa de esta gran fiesta dará comienzo con un enigmático concierto en febrero. También en ese mes verá la luz la primera de las cuatro exposiciones que Apolo está preparando. Se trata de una retrospectiva histórica en la que aparece la orquesta Apolo, que estuvo en activo 50 años, así como los marines de la Sexta Flota americana que trajeron el rock y el jazz a la ciudad, o las taxi girls, que bailaban en pareja por dinero, así como la pista de patinaje y el equipo de hockey Apolo que entrenaba junto a la sala de baile.

UN REFERENTE EN BARCELONA

Otra de las novedades será el documental La Joventut Balla, del director Marc Crehuet, que se proyectará en octubre. En él se aprecia la evolución de la historia de la sala que es, al mismo tiempo, la evolución de la historia de la música en España. Desde el swing a las libertades de la gauche divine hasta llegar a la música de clubes. De hecho, fue en los años 90 cuando Apolo empezó a funcionar como sala de conciertos con una programación estable. “Más de 11.000 grupos han pasado por aquí y hemos acogido más de 7.700 conciertos”, ha revelado Guijarro.

La [3] de Apolo

La [3] de Apolo


Desde entonces, se ha convertido en un referente de la buena música en Barcelona donde tienen cabida desde eventos de música electrónica o indie, a otros para bailar swing, pasando por encuentros de músicas urbanas. Sin ir más lejos, la primera edición del festival Sónar tuvo lugar en la Sala Apolo y ahí mismo se engendró también el Primavera Sound

Es por eso que este año no faltarán los grandes eventos que se dan cita en la sala como el Nitsa, el Caníbal, VenTú o Churros con chocolate, entre otros conciertos o un festival dedicado a la escena barcelonesa con más de 20 bandas y que durará 12 horas. Guijarro ha recordado las innovaciones de Apolo como la Sala [2] y la [3] de Apolo, que verá la luz este año donde habrá una radio y un estudio de grabación.

La Orquesta Apolo cuando estaba en activo

La Orquesta Apolo cuando estaba en activo


“Queremos salir de la Apolo”, ha comentado el director. Es por eso que este año han organizado un ciclo en la Filmoteca, conciertos especiales durante las fiestas mayores del Poble Sec y en el festival BAM en septiembre. También habrá conferencias que tratarán temas como “la evolución del ocio en estos años, el cambio del papel de la mujer en las salas de baile, que han pasado de cobrar por bailar en pareja a estar sobre el escenario tocando la guitarra, o la libertad de expresión, que desde el Apolo hemos defendido siempre, como cuando Fermín Muruguza hizo aquí los conciertos que le prohibieron en otros lugares", ha recordado Guijarro.

“Hemos cambiado el parqué del suelo de la sala muchas veces y hay que seguir haciéndolo porque aquí la gente viene a quemar la pista”, ha concluido el director mostrando el suelo sin madera. Lo que sí que había en la sala es una puerta de madera. Ni de entrada ni de salida. Una puerta del camerino llena de pegatinas de las bandas que han pasado a lo largo de estos años. Un muestra sostenida en el tiempo de que “todo cambia y nada cambia, tal como reza el lema de este aniversario.