Juan Alpuente trabajando en su churrería histórica de Barcelona, que ha disparado sus ventas gracias a TikTok / METRÓPOLI

Juan Alpuente trabajando en su churrería histórica de Barcelona, que ha disparado sus ventas gracias a TikTok / METRÓPOLI

Vivir en Barcelona

Una churrería histórica de Barcelona dispara sus ventas gracias a TikTok

Se trata de la Churrería Alpuente, que existe desde 1956 y actualmente se encuentra junto al Mercat dels Encants

10 abril, 2022 00:00

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Las churrerías, uno de los negocios más antiguos de Barcelona, también tienen cabida en TikTok. Juan Alpuente, un churrero que se adentró en la profesión desde pequeño siguiendo el legado de su familia, se lanzó a publicar contenido en la plataforma durante la pandemia y se viralizó hasta marcar un antes y un después en su comercio. Ahora, la churrería Alpuente –ubicada al lado del Mercat dels Encants–, es conocida en toda la ciudad e incluso en el extranjero. "Por aquí ha pasado gente de México que me conocen", explica Alpuente con ilusión. 

"Nunca me había planteado generar contenido en redes para el negocio", cuenta el churrero a Metrópoli. De hecho, tienen un perfil en Instagram, Twitter y Facebook pero "nunca lo habían utilizado demasiado". No obstante, el "tiempo libre" durante la pandemia –la churrería estuvo un mes con la persiana bajada– hizo que probase TikTok y, sin saberlo, se convirtió en una estrategia de negocio clave. "Desde que me hice popular mis ventas se han disparado entre un 20% y un 30%", celebra Juan.  

CHURRERÍA HISTÓRICA 

La Churrería Alpuente tiene más de 60 años de historia aunque no siempre ha estado en su ubicación actual. Anteriormente el puesto se encontraba donde actualmente está la famosa clariana de Glòries, pero lo trasladaron hace 8 años por el cambio de emplazamiento del Mercat dels Encants. 

"Hubo una época en la que lo pasamos muy mal", explica Juan. Durante unos años, la regulación municipal de las churrerías en Barcelona fue muy polémica, ya que se limitaban los traspasos y traslados. No obstante, en 2014 "se calmó la situación" y, desde entonces, Juan levanta su negocio en el cruce de la calle de Ribas y la calle de Castillejos.

Clientes esperan para ser atendidos en la churrería Alpuente / METRÓPOLI

Clientes esperan para ser atendidos en la churrería Alpuente / METRÓPOLI

INICIOS EN LA PLATAFORMA

Un día cualquiera Juan vio un vídeo viral donde freían unos snacks parecidos a los que él elabora en su churrería. "En ese momento pensé: ¡Esto también puedo hacerlo yo!", cuenta. Por ello, empezó a hacer clips cocinando desde churros hasta porras, chuchos y ruedas, cortezas u otras variedades de picoteo.

"No fue fácil crecer al principio", reconoce. "Tuve que ser muy constante y de repente, cuando una publicación se viralizó, empezaron a subirme los seguidores", cuenta. Actualmente tiene 270.000 seguidores en la plataforma y sus vídeos más populares acumulan millones de reproducciones. "Lo mejor es salir con mi padre. ¡La gente ve a un señor friendo churros y les encanta!", bromea Juan.

Distintos productos de la churrería Alpuente / METRÓPOLI

Distintos productos de la churrería Alpuente / METRÓPOLI

OPORTUNIDAD

Después de más de dos años con presencia en la plataforma, Alpuente reconoce que ha sido una "oportunidad" clave para el negocio. "Al final es una profesión de toda la vida y entrar en la era digital es un gran empujón", cuenta. 

Adentrarse en las redes le sirvió, sobre todo, para acercarse al público joven. Alumnos de colegios pasan muy a menudo por delante y lo reconocen como "el de TikTok" y se animan a probar sus churros. El perfil de Juan se ha convertido en un escaparate donde nuevos clientes pueden ver sus productos, precios y hasta el proceso de elaboración de cada propuesta. También ha sido un gran atractivo para los turistas que, al visitar Barcelona, pasan por delante y se detienen en el puesto.

Puesto de la churrería de Juan Alpuente / METRÓPOLI

Puesto de la churrería de Juan Alpuente / METRÓPOLI

PÚBLICO FIEL 

Una gran parte del público de Juan es el de siempre: muchos de sus clientes eran fieles de la antigua parada de su padre. Desde trabajadores hasta visitantes del mercado o vecinos de les Glòries visitan a Alpuente cuando quieren darse un capricho o como rutina. 

Su aventura en las redes también le han servido para conocer a gente nueva y hacer más "ameno" el día a día en su trabajo. "He hecho amigos gracias a TikTok", explica Alpuente. "Vienen a visitarme, grabamos contenido juntos y veo el día a día en el trabajo desde otra perspectiva", cuenta con alegría el churrero.

Promoción de las redes sociales de la churrería en el puesto / METRÓPOLI

Promoción de las redes sociales de la churrería en el puesto / METRÓPOLI

SUBIDA DE PRECIOS

Juan también remarca las consecuencias de la subida de precios en su negocio. La garrafa de aceite de 25 litros que antes costaba 65 euros ahora le cuesta 110 euros. "Es una locura", dice el churrero. Según explica, él solo utiliza aceite de orujo de oliva mezclado con AOVE

Alpuente cuenta que, ante este gasto, ha subido un poco los precios pero "prácticamente nada". Por ejemplo, el pack de chocolate con churros ahora vale unos 10 céntimos más". "No puedo subirlos en proporción a la subida de la materia prima porque sino la gente también dejaría de venir", dice el propietario.

A pesar de haberse convertido en un "influencer", Juan está convencido de que seguirá trabajando como lo ha hecho toda la vida y como aprendió en su familia. "Eso es lo que seguiré mostrando en mi TikTok y lo que le gusta a la gente", concluye.