Galerías Sant Jordi, en la calle del Veguer / INMA SANTOS

Galerías Sant Jordi, en la calle del Veguer / INMA SANTOS

Vivir en Barcelona

Pasen y vean... ¡una típica casa gótica!

Galerías Sant Jordi, en el número 9 de la calle del Veguer, es una vivienda original de la época medieval

4 enero, 2021 00:00

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“Galerías Sant Jordi”, anuncia un pequeño cartel con letras góticas en azul sobre cerámica blanca, en el número 9 de la calle del Veguer, en Ciutat Vella. No es el único cartel que obliga a detenerse, en otras dos placas puede leerse: “Pozo Medieval” y “Cripta Romana”. Aunque es cierto, que uno solo repara en ellos, después de dejarse embrujar por la particular tribuna de hierro del primer piso y el portón de madera que invita a entrar.

En su interior aguardan pequeños tesoros: obras de arte de temática religiosa, iconografías de Santos, obras de madera esculpida, pinturas antiguas y modernas e incluso recuerdos a modo de souvenir para quienes están de paso por la ciudad.

Pero Galerías Sant Jordi es mucho más que una tienda de arte y reliquias. Sus paredes atesoran siglos de historia, y aunque no puede contar todo cuanto ha visto pasar ante sus puertas y ventanas, al menos sí permite descubrir una típica casa gótica de este antiguo barrio.

LA EDAD MEDIA

Una curiosidad arquitectónica más de las que atesora esta corta calle que debe su nombre precisamente a la figura del veguer. En la Edad Media era la autoridad delegada de la Corona, con jurisdicción gubernativa, administrativa y judicial, y tenía su palacio al final de la calle, en la entrada de la plaza del Rei.

En escasos metros, reúne un conjunto de edificios de origen medieval. Algunos de ellos, sin embargo, con elementos característicos del siglo XVIII: esquineras de piedra, balcones con hiero y cerámica o sillares moldurados en los dinteles y las jambas. Otros se reformaron durante el siglo XIX e incluso más recientemente. Es el caso de la Casa Padellàs, actual sede del MUHBA, construida originariamente entre los años 1497 y 1515, en la calle Mercaders, en un tramo derribado debido a la apertura de Via Laietana. Se desmontó piedra a piedra y se guardó en un almacén hasta que, en 1930, lo volvieron a levantar en su actual emplazamiento, justo delante de Galerías Sant Jordi.

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