Fachada de Can Querol / INMA SANTOS

Fachada de Can Querol / INMA SANTOS

Vivir en Barcelona

Can Querol, una masía-castillo para ancianos necesitados

Acoge la Fundación Valldejuli y es un ejemplo de estilo tardo-barroco de las construcciones rurales del siglo XVIII en Horta

2 junio, 2021 00:00

Noticias relacionadas

Entre las calles Petrarca y Sant Alexandre, llama la atención un caserón cuadrangular de planta baja, dos plantas y buhardillas bajo un tejado a cuatro vertientes que se asoma al paseo Maragall. Es la fachada trasera de Can Querol, un ejemplo de masía-castillo y una buena muestra de las construcciones rurales del siglo XVIII. Pero ¿por dónde se entra? Pues la entrada principal está orientada al jardín, al que se accede desde la calle Petrarca. Cuesta imaginarlo, pero esta antigua masía que queda actualmente como encajada en esta manzana de Horta-Guinardó, estaba en sus orígenes totalmente aislada y rodeada de campos.

Can Querol es un edificio tardo-barroco de forma cúbica con sus cuatro fachadas decoradas con esgrafiados bicolores a base de espumillones y jarrones florales poco perceptibles y dañados por el paso del tiempo y el desgaste. Todas las aperturas de las cuatro fachadas son grandes, están alienadas y enmarcadas con montantes y dinteles en forma de arco escarzano de piedra. Las fachadas oriental y occidental presentan balcones con voladizo a base de perfiles metálicos, la parte inferior de cerámica y las barandillas de barrotes helicoidales. En la parte superior, las ventanas de las buhardillas tienen forma de ojo de buey elíptico.

CASA SEÑORIAL DE VERANEO

En el siglo XVII, Can Querol era una masía propiedad de Bernat Saladrigas, miembro de una de las principales familias de Sant Joan d’Horta. La masía dejó de ser una explotación agrícola para convertirse en una casa señorial de veraneo en el siglo XVIII, cuando fue adquirida por Ermengol Janer (o Gener), un rico comerciante barcelonés que hizo construir entre 1773 y 1775 el edificio que se ha conservado hasta ahora.

En 1860 la finca pasó a ser propiedad de Rafael Valldejuli, miembro de una ilustre familia de corredores de bolsa, mercader e industrial. En 1936 la propiedad fue confiscada por la FAI, que la convirtió en su cuartel general. Las hermanas Elena y Dolors Valldejuli y Llopis lograron recuperar la propiedad familiar en 1950 y crearon la Fundación Valldejuli, una residencia de matrimonios ancianos necesitados regida por las Religiosas Hospitalarias de la Santa Creu.

--

Descubre más curiosidades y rincones de Barcelona en la cuenta de Instagram @inmasantosherrera [link directo]