Placa de la calle Muntaner / PABLO MIRANZO - MA

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Calle Muntaner

El nombre de la calle fue un homenaje a Ramón Muntaner de Sesfàbregues (1265-1336), cronista medieval, camarlengo del rey Jaime III, capitán de almogávares y alcalde de Ibiza

6 marzo, 2021 00:00

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El origen de esta calle fue el plan de reforma y ensanche que hizo el ingeniero Ildefonso Cerdá a mediados del siglo XIX, y cuyas obras de ejecución finalizaron en 1893. La calle Muntaner es una vía que se orienta de este a oeste, que tiene una longitud aproximada de 4 kilómetros y que recorre los distritos de Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia y l’Eixample, desde la Ronda de Sant Antoni hasta la Plaça de la Bonanova, atravesando arterias tan señaladas de Barcelona como son la Gran Vía, Diagonal, Vía Augusta y General Mitre.

Peatones cruzan por un paso de cebra por la calle Muntaner / PABLO MIRANZO

Peatones cruzan por un paso de cebra por la calle Muntaner / PABLO MIRANZO


El nombre de la calle fue un homenaje a Ramón Muntaner de Sesfàbregues (1265-1336), cronista medieval, camarlengo del rey Jaime III, capitán de almogávares y alcalde de Ibiza. En ella han residido personajes como el empresario Julio Muñoz Ramonet, el llamado príncipe del estraperlo, quien hizo una importante fortuna con el negocio del algodón dufrante la posguerra española, el cual residió en el número 282 hasta su marcha a Suiza. Otros de los moradores fue el mismísimo Fútbol Club Barcelona durante el periodo comprendido entre los años 1905-1909, que disputó su primer partido en el campo de Muntaner el 26 de febrero de 1905 contra el Catalán, con el resultado adverso de 2-3.

Ambiente en la Calle Muntaner / PABLO MIRANZO

Ambiente en la Calle Muntaner / PABLO MIRANZO


También vivió el clima prebélico del 36, en la esquina con la calle Diputaciò asesinaron a los hermanos Badia, destacados miembros d’Estat Català que habían participado en la represión contra la CNT. En 1939, en la esquina con la calle Laforja, se instaló el centro oftalmológico del doctor Barraquer. Ya durante la posguerra, la inolvidable editorial José Janés ocupó dos pisos de la finca ubicada en el 316.