Edificios gemelos Cardús ubicados en la calle de Septimània de Lesseps / INMA SANTOS

Edificios gemelos Cardús ubicados en la calle de Septimània de Lesseps / INMA SANTOS

Vivir en Barcelona

Edificios Cardús: lo de atrás por delante

Los edificios gemelos destacan por el tratamiento de su fachada principal, más típica en la época de la parte interior

10 diciembre, 2021 00:00

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No he podido evitarlo. Fueron muchos años de mi infancia atravesando a diario la plaza de Lesseps por General Mitre hasta enlazar con la Travessera de Dalt y ahí, a la derecha, justo antes de llegar al meollo de la plaza, donde el tráfico se colapsaba, la vista se me iba siempre hacia dos edificios ubicados a mi derecha. Hoy, más de 30 años después, he vuelto a pasar por allí andando. No voy a negarlo, no ha sido casualidad sino un reencuentro buscado, con premeditación y alevosía, solo para verlos de cerca y fotografiarlos. Y ahí seguían, tal y como los recordaba, viendo la vida (y los coches) pasar desde su construcción, en 1895.

Son los edificios Cardús, un par de gigantones de planta baja y cuatro pisos, imagino que de techos muy altos; dos edificios residenciales gemelos, uno pintado de blanco y el otro, de un tono marrón rojizo. Imposible no fijarse en ellos por sus particulares fachadas, cubiertas por enormes tribunas vidriadas que alcanzan los cuatro pisos, protegidos bajo un alero muy pronunciado.

SEPTIMÀNIA

Esta delicatessen arquitectónica, se encuentra en el número 21-23 de la calle de Septimània. No puedo evitarlo, busco el origen de su nombre y, tras consultar en el nomenclátor, me imagino el ‘rosco’ del popular programa Pasapalabra: con la S, región de la actual Languedoc. Nombre del establecimiento de soldados veteranos de la legión Séptima Gemina Felix. Nombre recuperado más tarde para designar a las siete sedes episcopales: Narbona, Nimes, Besiers, Agde, Magalona, Lodeva y Usès. Y a un concursante sabelotodo respondiendo ufano: “Septimània”.

Y allí plantada, mirando hacia arriba, no puedo evitar pensar que es como si el arquitecto le hubiera dado la vuelta a los dos edificios, como quien se pone el jersey del revés, “con lo de atrás para adelante y lo de delante para atrás”. Y entonces caigo en la cuenta de que es por el tratamiento de las fachadas, con esos ventanales protegiendo las aperturas de arriba a abajo, una solución habitual que se aplicada en la época para las fachadas interiores, pero que aquí se aplica a la fachada principal.

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