Claire Colomb, a la izquierda, es una experta en el tema de los pisos turísticos / CR

Claire Colomb, a la izquierda, es una experta en el tema de los pisos turísticos / CR

El pulso de la ciudad

Regular los pisos turísticos, un reto de toda Europa

Barcelona acoge una conferencia sobre la problemática de los pisos turísticos

19 octubre, 2017 20:56

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Los expertos europeos que han estudiado el fenómeno de los pisos turísticos reconocen que las diferentes regulaciones que se han puesto en marcha en distintas ciudades no han permitido encontrar un sistema eficaz que sea capaz de contentar a todas las partes implicadas.

En una conferencia ofrecida en la sede del Colegio de Periodistas, la experta Claire Colomb, profesora titular de Planificación y Sociología Urbana en el University College London, ha repasado las distintas medidas que se ha ido adoptando en ciudades europeas como Barcelona, Berlin, Londres, Paris, Madrid o Milan. En la conferencia también ha participado Toni López Gay, experto del Consejo de Turismo del Ayuntamiento e investigador del centro de estudios demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Una de sus principales conclusiones del estudio presentado por Claire Colomb es que pese a las diferentes legislaciones existentes ninguna de ellas ha servido para encontrar la solución adecuada.

El estudio revela los principales problemas que se han encontrado los gobiernos municipales para controlar el crecimiento de los pisos turísticos y concluye que los rápidos cambios que se han producido con la aparición de las plataformas on line han generado el crecimiento desmesurado de este tipo de alojamiento.

PROBLEMAS COMUNES

Claire Colomb ha reconocido que las ciudades comparten problemas, pero que ninguna ha sabido como dar una respuesta adecuada a las inquietudes de los ciudadanos, teniendo en cuenta que en muchas de estas ciudades este ha pasado a ser un problema que ha generado un gran debate social ante el que las administraciones no han sabido encontrar las respuestas adecuadas.

Tras repasar los impactos positivos y negativos que este tipo de alojamientos turísticos han creado en las ciudades estudiadas, Claire Colomb ha afirmado que la posibilidad de una solución para toda Europa es prácticamente imposible por las enormes diferencias existentes en la composición y la organización de cada ciudad. La experta ha puesto el ejemplo de Berlín, donde la regulación municipal es una de las más restrictivas debido a que la mayoría de la población, un 80 %, vive en régimen de alquiler, por lo que la proliferación de vivienda turística que provoque el aumento de los precios del alquiler provocaría una enorme alarma social.

Colomb ha afirmado que Barcelona cuenta en la actualidad con unas 15.000 viviendas turísticas,de las que unas 9.000 funcionan con licencia y unas 6.000 sin ella. Precisamente el problema que generan las viviendas que funcionan sin licencia es uno de los que más preocupan a los autoridades municipales, aunque las medidas para combatirlas se han mostrado, hasta el momento, muy ineficaces.

REGULACIÓN

El estudio también revela que los ciudadanos exigen a las administraciones que regulen este tipo de actividades para minimizar los aspectos negativos que provoca, como la evasión de impuestos, la falta de seguridad, las molestias para los vecinos, etc.

Claire Colomb también ha reconocido el tema ha sido más controvertido en urbes como Barcelona, Berlín o pequeñas ciiudades muy turísticas como Venecia. La principal razón es que en estas ciudades, contrariamente a otras como Londres y París, la existencia de un núcleo histórico con alquileres asequibles para la población local hasta hace poco tiempo ha cambiado de manera radical con la aparición de esta red de pisos turísticos y eso ha creado una gran alarma social. Además, la existencia de un fuerte tejido asociativo vecinal ha contribuido a hacer más visible el problema y ha obligado a las administraciones a tomar decisiones importantes.

En el turno de ruegos y preguntas ha quedado claro que las distintas partes implicadas en el asunto (hoteleros, vecinos, propietarios y administración) mantienen posturas netamente diferentes, aunque todos coinciden en las necesidad de que las administraciones afronten el problema y pongan en marcha una legislación clara que acabe de una vez por todas con los problemas que preocupan a todos los sectores afectados.