Ejercicio físico en un gimnasio

Ejercicio físico en un gimnasio

NPRS

Mantenerse ocupado disminuye el impacto negativo del confinamiento en la salud

Pasar mucho tiempo en un espacio reducido produce un efecto negativo en la salud, tanto a nivel físico como psicológico, si no tomamos las medidas adecuadas

28 abril, 2020 13:04

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Las últimas semanas empiezan a pasar factura en la salud de los españoles. Cada vez se reportan más casos relacionados con el estrés y la ansiedad producidos por la situación, y son muchos los que empiezan a notar secuelas físicas, como ganancia de peso, disminución de masa muscular y dolores relacionados con la falta de movimiento. 

No obstante, aquellas personas que se han adherido a planes de ejercicio en casa, han priorizado una alimentación saludable y han implementado rutinas llenas de actividades en su día a día, han presentado menores tasas de estrés, ansiedad y depresión debidos al confinamiento. 

Mantener estos hábitos, en realidad, es algo recomendable siempre, ya que son condición indispensable para un estilo de vida saludable. Sin embargo, la situación excepcional que supone el confinamiento ha hecho que muchas personas encuentren realmente difícil continuar con ellos o empezar a llevarlos a cabo en un momento en el que son más necesarios que nunca. 

LA IMPORTANCIA DEL EJERCICIO FÍSICO

El nivel de actividad física ha decaído inevitablemente para todos aquellos que no cuentan con grandes espacios por donde poder moverse. No se trata exclusivamente de no poder salir a correr o no realizar tablas de ejercicios, si no del simple hecho de andar. Las recomendaciones oficiales establecen que una persona debe andar como mínimo 10.000 pasos diarios para llevar un estilo de vida saludable y mantener su peso bajo control. 

Aunque muchas personas no fueran antes al gimnasio, a correr o no hicieran ejercicio intenso, sí caminaban lo suficiente como para superar esta recomendación. Otras muchas, pese a no alcanzar el mínimo, también obtenían un impacto positivo en su salud del que ahora no pueden disponer. 

Esta falta de movimiento atrofia nuestros músculos y articulaciones y puede llegar a generar ansiedad y estrés, lo cual fomenta otros comportamientos perjudiciales como comer en exceso y renunciar a hacer nada más. De esta forma se genera un círculo vicioso que nos lleva a ganar peso y a sentirnos peor anímicamente; además, nos dificultará en el futuro retomar la actividad física y otros buenos hábitos que hayamos dejado de lado. 

LA COCINA ES UN ARMA DE DOBLE FILO

El tiempo libre que hemos ganado ha animado a muchas personas a ponerse manos a la obra con todo tipo de recetas. Esta afición puede ayudar a pasar las horas de forma entretenida, pero también puede traernos otros problemas. 

Las recetas de repostería casera no son mucho más saludables que la comida industrial. Aún así, contienen grandes cantidades de azúcar y harinas refinadas, y su consumo habitual tiene graves consecuencias para la salud. 

No obstante, sí es posible sacar partido de esta afición si se enfoca a cocinar recetas saludables que requieran una elaboración más compleja y a experimentar con nuevos ingredientes. 

Otro aspecto del que alertan los profesionales de la salud, es el preocupante aumento de las ventas de bebidas alcohólicas. Muchos ya predicen una oleada de nuevos casos de alcoholismo en personas que antes solo lo consumían ocasionalmente. 

DIVERTIRSE MÁS ALLA DE LA TELEVISIÓN

Ver series, películas y shows televisivos ha sido el primer impulso de muchos durante las últimas semanas, pero dejarse retener por la comodidad del sofá acaba por pasar factura a nuestro estado de ánimo. 

Les expertos recomiendan establecer una rutina con actividades diversas, que incluya también el ocio. No debemos dejar las tareas del hogar, los estudios, ni el trabajo sin atender, ya que lejos de descansar, tendremos permanentemente encima la presión de saber que tenemos muchas cosas pendientes. 

En nuestro tiempo libre podemos aprovechar para practicar alguna de nuestras aficiones o explorar otras nuevas que nos resulten placenteras. También es importante que las actividades que realicemos durante nuestro tiempo de ocio no se conviertan en una obligación más. 

EFECTO POSITIVO DE UNA MAYOR COMUNICACIÓN

A pesar de todo lo expuesto, también se ha observado que ciertas relaciones interpersonales podrían haber mejorado notablemente gracias a la necesidad de comunicación que muchas personas sienten durante el confinamiento y al aumento de su disponibilidad. 

La soledad es un tema tabú en nuestra sociedad, y quienes lo sufren son especialmente personas de avanzada edad, a las que ahora se les está prestando mucha más atención debido a su vulnerabilidad frente al virus. 

Muchos expertos en salud mental señalan que la vuelta a la normalidad podría suponer un gran batacazo emocional para estas personas. Sin embargo, también son muchos quienes confían en que este refuerzo de los lazos con nuestros mayores perdure, beneficiando a ambas partes y haciendo tomar conciencia a la sociedad de la lacra del aislamiento social crónico e involuntario. 

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