El síndic Rafael Ribó (izquierda), junto con el presidente del Parlament Roger Torrent, está a punto de jubilarse / EFE

El síndic Rafael Ribó (izquierda), junto con el presidente del Parlament Roger Torrent, está a punto de jubilarse / EFE

¿Quién hace Barcelona?

El síndic Rafael Ribó, a un paso de la jubilación

El defensor del pueblo catalán, que se ha mostrado muy favorable al 'procés' independentista, acaba el mandato este viernes y no puede renovar

27 febrero, 2019 00:03

Noticias relacionadas

Rafael Ribó está a un paso de la jubilación. A punto de cumplir 74 años, el Síndic de Greuges de Catalunya acaba oficialmente su mandato este viernes, 1 de marzo, han confirmado fuentes de la Sindicatura. Ribó, que estos últimos años se ha posicionado favorable al procés de independencia y no ha mantenido la neutralidad política que le pertoca a la institución que encabeza, lleva como defensor del pueblo catalán casi 15 años a razón de 129.057,88 euros anuales, según consta en el portal de transparencia del síndic.

El defensor de les persones, como define Ribó (Barcelona, 1945) el cargo que ocupa, llegó a ser síndic en 2004 con los votos farorables de PSC, ERC, ICV y PP, mientras que la antigua CiU se abstuvo. Por aquel entonces, el síndic era nombrado por un periodo de cinco años y podía optar a la reelección. Sin embargo, pocos meses antes de que agotara su mandato, el diputado del PP, Francesc Vendrell promovió una reforma de la Ley del síndic. La propuesta pasaba porque el defensor del pueblo catalán estuviera en el cargo durante nueva años sin posibilidad de renovar. La iniciativa prosperó y el 1 de marzo de 2010, Ribó firmó como síndic por nueve años que acaban este viernes.

FICHAJE DE FRANCESC VENDRELL

Por aquellas casualidades que tiene la vida, en septiembre de 2010, el diputado Vendrell fue fichado por Ribó para la oficina del síndic, donde actualmente ocupa el cargo de director de relaciones con entidades y empresas, por unos módicos 91.975,38 euros al año. Vendrell cumple 70 años este 2019. A diferencia de la síndica de greuges de Barcelona, su homónima en la ciudad, la Ley permite a Ribó contratar y despedir. Con un presupuesto de 6,2 millones, la oficina del síndic tiene 72 personas a sueldo, entre las que figuran funcionarios y personal eventual (vamos, de confianza). Los gastos de personal ascienden a 5,4 millones.

Cuando acabe su mandato este viernes, el síndic entrará en funciones a la espera de que el Parlament de Catalunya nombre a una nueva persona. El artículo 15 de la Ley del síndic, en su punto número 1, dice que en caso de extinción del mandato, “el síndic continua en el cargo en funciones hasta que no tome posesión el sucesor o sucesora”. De hecho, según el punto 1 del artículo 14, indica que “cesa en el cargo” por “extinción del mandato”. A partir de aquí, el proceso para nombrar al nuevo síndic o síndica depende de la presidencia del Parlament.

El artículo 8 de la Ley del síndic subraya que “en el periodo de diez días, a contar desde que quedó vacante el cargo”, la presidencia del Parlament “declara formalmente abierto el procedimiento de elección y se abre el periodo de un mes para que los grupos parlamentarios presenten candidaturas”. Ni la oficina del síndic ni el Parlament de Catalunya han aclarado si el cargo vacante es a partir de la extinción del mandato para que así empiecen a contar los diez días antes de iniciar el procedimiento que debe culminar con la elección del nuevo síndic.

50 VIAJES POR EL MUNDO EN DOS AÑOS

A lo largo de su mandato como síndic, Ribó ha protagonizado algún que otro sonoro escándalo. En junio de 2012, el diario El Mundo denunció que el síndic había realizado unos 50 viajes por medio mundo entre los años 2010 y 2011, a cargo de las arcas públicas. “Desde las Bermudas a Canadá pasando por México o Zambia”, recogía la información periodística. Según reconoció el propio síndic en rueda de prensa por aquel entonces, gastó en estos viajes 83.767 euros. Buena parte de los desplazamientos, Ribó los hizo como presidente del Instituto Internacional del Ombudsman (IOI). Sin embargo, pese a las duras críticas que recibió tanto por parte de algunos medios de comunicación y de partidos de la oposición, Ribó salió de rositas de aquella situación.

Hace un mes, el síndic generó mucho malestar en algunos dirigentes del PSC y en familiares de Pasqual Maragall, por decidir incluir la firma del expresidente de la Generalitat en un manifiesto en el que se reclamaba la libertad de los políticos presos. Se da la circunstancia de que Maragall se encuentra enfermo de alzhéimer desde hace 12 años y no está en condiciones de tomar una decisión de esta trascendencia. "Al president Maragall casi no se le entiende cuando habla", aseguraron entonces fuentes del PSC . "Muy probablemente, Maragall, de estar en toda su plenitud, hubiera firmado el manifiesto. El expresidente José Montilla lo ha rubricado. Pero Maragall, lamentablemente, no está en condiciones de saber lo que firma. No es ético que se le haya utilizado".

CRÍTICAS DEL COLEGIO DE MÉDICOS

En términos parecidos se posicionó el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós. "Estoy muy a favor del contenido de la carta de los expresidentes de la Generalitat en favor de la excarcelación de los presos políticos, pero como médico no puedo aceptar que se utilice al presidente Maragall que se encuentra afectado por una enfermedad que le incapacita para tomar decisiones. El estado actual de la enfermedad que sufre no le permite tomar ninguna decisión de esta trascendencia. Es un principio ético", apuntó Padrós en las redes sociales. La inclusión de la firma del expresidente tampoco gustó a la hija de Maragall, Cristina, que agradeció las palabras de Padrós. "Muchas gracias. Totalmente de acuerdo, hace falta respeto y rigor para abordar estos temas. La complejidad de la demencia no se resuelve en un tweet", escribió la hija del expresident y portavoz de la Fundació Pasqual Maragall.

Ya con anterioridad, Ribó había puesto en marcha otras iniciativas favorables al procés independentista cuando una institución como la que encabeza no tiene que entrar en cuestiones políticas y debe mantener imparcialidad ideológica. De hecho, entre 2010 y 2015, el adjunto general al síndic fue Jordi Sànchez, que actualmente es juzgado por su implicación en la causa separatista, mientras ocupó el cargo de presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Cuando estuvo al frente de la oficina del síndic de greuges, Sànchez cobró más de 100.000 euros anuales de las arcas públicas. El hecho de que Sànchez hubiera sido dirigente de la Crida per la Solidaritat no fue un obstáculo para Ribó para nombrarlo como su adjunto.

600.000 EUROS EN FONDOS Y PLANES DE PENSIONES

En abril de 2017, antes de la celebración del referéndum del 1 de octubre, el síndic presentó un informe sobre los retrocesos en materia de derechos humanos que, a su parecer, se estaba produciendo en Catalunya, y se apresuró a señalar que el referéndum no era ilegal pese a que se había sido suspendido. En mayo de 2018 denunció en otro informe "la vulneración de derechos fundamentales y libertades públicas en Catalunya" tras el referéndum y criticó el arresto de los lideres independentistas y la aplicación del artículo 155 de la Constitución. 

La declaración de bienes de Ribó, que se puede consultar en la página de transparencia de la web del síndic, informa que el defensor posee dos viviendas (una en Girona y otra en Barcelona) de propiedad compartida, dos vehículos y unos 600.000 euros en fondos, planes de pensiones, depósitos y participaciones. La declaración de bienes fue realizada el 26 de junio de 2015. 

Antes de ser síndic, Ribó ocupó la presidencia del partido ecosocialista ICV entre los años 1987 y 2000 y fue diputado en el Parlament de Catalunya hasta finales de 2003, pocos meses antes de ser nombrado defensor del pueblo catalán. Con anterioridad fue secretario general del PSUC, en el que ingresó en 1974.