La teniente de alcaldía de Ecología Urbana, Janet Sanz / METRÓPOLI

La teniente de alcaldía de Ecología Urbana, Janet Sanz / METRÓPOLI

¿Quién hace Barcelona?

Janet Sanz

30 octubre, 2021 00:00

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Tanto proteger a los mosquitos, patitos, culebras y sapos de la Ricarda para que no se amplíe el aeropuerto de El Prat, la concejala de Ecología, Janet Sanz, se enfrenta a una rebelión en su granja de avispas asiáticas, palomas, cotorras y jabalíes. En vista de los exterminios de Sanz y sus eco-pijo-verdes, la asociación Corazón de Paloma la ha denunciado por presunta prevaricación y maltrato animal. Dicen que la ex favorita de Colau incumple hasta la ordenanza municipal de protección, tenencia y venta de animales. Además, el Colegio de Abogados la acusa de opacidad en las contrataciones de empresas de safaris que no han resuelto el problema, emplean métodos cuestionables y no cuentan cómo ni donde acaban los jabalíes capturados.

Como a aquel Rey que se le cayó la corona de tanto mirar al cielo, a Sanz le cae la del pulpo por tanto observar a los aviones. Mientras, las avispas asiáticas invaden y atacan desde la Catedral hasta el Park Güell, con el consiguiente peligro para turistas y paseantes. Los jabalíes campan por calles y montes, no respetan ni a Shakira y se le comen el bolso. Incapaz de hacer bien nada de lo que se le encarga, cuenta con el talento añadido del edil Eloi Badia, que se ocupa de la alimentación, crianza y reproducción de ratas, chinches y cucarachas. Pero como entre los dos no aciertan ni una, su arca de Noé se va hundiendo como Barcelona.