La directora de cine pornográfico Erika Lust / CEDIDA

La directora de cine pornográfico Erika Lust / CEDIDA

¿Quién hace Barcelona?

Erika Lust: "La pornografía convencional no refleja ninguna verdad sobre el sexo"

La directora sueca ha elegido Barcelona para transformar el concepto actual del cine para adultos y mostrar la realidad de la sexualidad femenina

28 junio, 2021 00:00

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Erika Lust se adentró en la industria del cine pornográfico para transformarlo. Quería darle la vuelta por completo. Para ella, el porno “convencional”, que siempre ha estado “monopolizado por hombres” transmite una visión “totalmente equivocada” de la sexualidad femenina.

Desde que descubrió Barcelona, decidió que era la ciudad ideal para empezar su proyecto. Las producciones de la directora de cine dejan atrás las escenas que se enfocan en el placer masculino para dar lugar al erotismo dentro de las “relaciones humanas”. Y, según Lust, la capital catalana es el lugar ideal para difundir esta visión transformadora. Lo explica en la siguiente entrevista con Metrópoli.

Erika Lust posa con juguetes sexuales / CEDIDA

Erika Lust posa con juguetes sexuales / CEDIDA


¿De dónde nace tu interés por la pornografía feminista?

Cuando estaba en la universidad, era una mujer joven que sentía curiosidad por el sexo. Un día, un novio me mostró un vídeo porno. Al verlo, sentí que algo iba mal: el papel de la mujer era el de complacer el hombre. Yo sabía que la sexualidad femenina era mucho más que eso, y me di cuenta de que la pornografía convencional no reflejaba ninguna verdad sobre el sexo. 

¿Y por qué decidiste empezar en Barcelona? 

Me enamoré de España durante mi Erasmus, así que después de terminar mi posgrado en Suecia me mudé a Barcelona con 23 años para estudiar cine. En ese momento sentí que la ciudad era mucho más receptiva a mi visión. Fue Barcelona la que me dio la libertad creativa para hacer películas para adultes y comenzar Erika Lust Films.

¿Crees que los barceloneses están preparados para acoger el concepto que difundes?

Sí. En esta ciudad siento que puedo ser o hacer lo que quiera. Desde el principio me sentí lejos de los estándares de Suecia que me obligaban a ser "educada" y "respetable". Ahora toda mi vida está en la ciudad y me siento liberada. Barcelona tiene mi corazón.

Vives en Barcelona con tu familia. ¿Cómo hablas con tus hijas sobre tu trabajo?

Mis hijas saben que soy cineasta y que en mis películas a menudo hay gente desnuda practicando sexo. Nunca he intentado ocultarlo ni mentir al respecto, pero, por supuesto, nunca han visto mis películas porque no tienen la edad suficiente. Desde muy joven les he hablado de sexo de la misma manera que hablo de cualquier otra cosa. 

¿Cuál fue tu primer proyecto en la ciudad? 

'The Good Girl'. Fue mi primera película erótica, la grabé en 2004. Es una versión humorística del clásico del porno del repartidor de pizzas. Si la veo ahora siento vergüenza por mi falta de experiencia... ¡pero fue un comienzo y me cambió la vida! 

Erika Lust durante la producción de una de sus películas / CEDIDA

Erika Lust durante la producción de una de sus películas / CEDIDA


¿Cómo te diste cuenta de que podías triunfar en el sector?

Subí la primera película a Internet y la puse a disposición para su descarga gratuita y conseguí más de 2 millones de descargas en menos de dos meses. Entonces me di cuenta de que había otras personas buscando alternativas a la pornografía convencional y decidí seguir reflejando mis gustos y valores sobre el sexo y el género en grabaciones para adultos.

En ocasiones se ha catalogado a Barcelona como una de las capitales del porno. ¿Estás de acuerdo después de tu trayectoria en la ciudad?

Diría que Barcelona está cada vez más preparada para grabar porno. De hecho, es la ciudad donde más películas rodamos para XConfessions

¿Ha afectado la pandemia a las grabaciones?

España fue de los primeros países en Europa en permitir la vuelta a los rodajes, así que estar en la capital catalana fue una bendición para nosotres. Hemos rodado muchas películas en el barrio de Poblenou durante la pandemia.

Sobre tu empresa de Barcelona... ¿cómo es la filosofía de trabajo que difundes?

Somos una empresa ética y lo que transmito a mis empleades son los mismos valores que quiero compartir con el mundo a través de nuestro trabajo. Quiero que mis trabajadores sean felices y se respeten entre sí independientemente de su identidad de género, edad o experiencia dentro de la empresa. 

Erika Lust junto a sus performers en una grabación / CEDIDA

Erika Lust junto a sus performers en una grabación / CEDIDA


¿Cuántos sois en el equipo?

En el set somos generalmente alrededor de 15 personas, dependiendo de la producción. En la oficina somos 36.

Hace poco impusiste un permiso de 30 minutos diarios para que tus empleados se masturben.  ¿Qué efectos está teniendo esta medida en la jornada laboral? 

¡Hasta ahora los resultados están siendo excepcionales! Veo a mis empleades más felices, más productivos y con un brillo en sus ojos que me transmite que están satisfeches. Creo que la masturbación buena y honesta es mejor que cualquier consultor de felicidad y bienestar que pueda contratar una empresa.

¿Por qué decidiste tomar esta decisión? 

La pandemia hizo que cambiásemos la forma en que vivimos nuestras vidas. En ese momento, noté que mis empleades estaban más estresades, distraídes y menos motivades. Siempre he celebrado el Mes de la Masturbación, pero este año quería desafiar a mis empresaries a encarar el cambio tomando un tiempo durante nuestro día de trabajo exclusivamente para el placer.

¿Lo recomendarías para otro sector?

¡Claro! Creo que nuestro lugar de trabajo es un lugar vital para comenzar a normalizar la masturbación en nuestra sociedad en su conjunto.

Erika Lust posa en su productora cinematográfica / CEDIDA

Erika Lust posa en su productora cinematográfica / CEDIDA


Esta iniciativa no se ha realizado en ninguna otra productora de cine para adultos. ¿Qué crees que diferencia a la tuya del resto? 

El 98% de la pornografía que se encuentra hoy en los sitios gratuitos es un campo tradicionalmente dominado por hombres cisgénero de mediana edad predominantemente blancos. Lo que yo hago es una propuesta alternativa que retrata relaciones sexuales donde el consentimiento se muestra claramente y tanto mujeres como hombres son conscientes de su poder y sus límites. 

¿Qué quieres retratar con tus películas?

Lo más importante es que quiero capturar todo el sentimiento del sexo: la química entre los performers, sus cuerpos tocándose y la evolución de sus sensaciones. Cuando pienso en sexo, no solo me refiero al acto, sino a toda la experiencia, desde la seducción hasta la intimidad.

¿Cómo clasificarías la pornografía que se produce en Lust Cinema?

La pornografía de Lust Cinema es ética. Esto significa que existe un entendimiento del constentimiento entre todo el equipo de la película. Nos tenemos que asegurar de que el set es un entorno seguro para les performers, quiero que puedan explorar su sexualidad de una manera cómoda y relajada. 

¿Qué opinas de la gratuidad del porno?

Se necesita dinero para garantizar que el trabajo sexual se realice en un entorno seguro. Creo que deberíamos ser consumidores responsables y apoyar a las personas que crean el entretenimiento que disfrutamos. Pagamos a Netflix por las series. Pagamos a Spotify por la música. También deberíamos pagar por el porno que disfrutamos.

El equipo de Erika Lust durante un rodaje / CEDIDA

El equipo de Erika Lust durante un rodaje / CEDIDA


¿Consideras que tu trabajo es hacer porno feminista?

No me gusta referirme a mi trabajo como “porno feminista” porque el término se ha convertido en una etiqueta genérica para cualquier cosa hecha por una mujer y ha perdido algo de significado. Las mujeres son consideradas un nicho, por eso nos etiquetan como "porno feminista" o "porno para mujeres", reforzando la idea de que en realidad lo que hacemos no es pornografía y que la “pornografia real" es la hecha por hombres para hombres.

Sin embargo, siempre he dicho que soy feminista y, naturalmente, mis valores se inyectan en todo lo que hago. 

¿Tu target son exclusivamente mujeres o quieres que tu público sea más amplio? 

Mis pelis son para cualquier persona que disfrute de sexo realista, placentero, e inclusivo, independientemente de su género. El público se compone medianamente de 60% hombres y 40% mujeres y el rango de edad promedio es de 25 a 45 años.

¿Consideras que es posible que este tipo de producciones se normalicen en la televisión o en plataformas como Netflix o HBO?

Por lo que veo, ya se están normalizando mucho las representaciones y los discursos sobre el sexo en plataformas de cine mainstream y en el debate público en general.  Aún hay un largo camino por recorrer pero estoy segura de que en un futuro no muy lejano el cine independiente para adultos con buena calidad cinematográfica encontrará su camino hacia plataformas como Netflix o HBO.

Por supuesto, me encantaría que el porno se abriera camino en el entorno del cine, que mis películas y las de otros directores alternatives se proyectaran en los principales cines y recibieran críticas de los medios de comunicación. 

Una de las escenas de grabación de las películas de Erika Lust / CEDIDA

Una de las escenas de grabación de las películas de Erika Lust / CEDIDA


Más allá del cine... ¿Qué opinas de la censura pornográfica en las principales redes sociales?

La censura de las redes sociales que he experimentado yo misma es el resultado de la etiqueta ambigua de contenido "sexualmente sugerente" de Instagram. Debido a que este término se deja en su mayoría a la interpretación, la decisión termina en manos de los algoritmos de las redes sociales y de las personas que los hacen, es decir, hombres blancos cishetero. Esto afecta directamente a las mujeres porque se nos ve como sexualmente sugerentes solo por expresar nuestra sexualidad de la manera que queremos. 

Los grupos marginados también se ven afectados de manera desproporcionada por estos algoritmos. Les trabajadores sexuales, las personas LGBTQ + y otros grupos minoritarios se han enfrentado a los grandes prejuicios de esta tecnología.

Tengo una campaña de prohibición de sesgos en Instagram en la que les pido a mis seguidores, especialmente a las mujeres, la comunidad BIPOC, LGBTQ+ y las personas con cuerpos envejecidos o “imperfectos” que compartan sus fotos y experiencias censuradas. Quiero que nos unamos para mostrarle al mundo que no debemos ser censurados, sino celebrados.