Imagen de la rueda de prensa de presentación del informe de Càritas Barcelpona Vides Precàries' / XAVIER ADELL

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¿Quién hace Barcelona?

Càritas pide un salario mínimo de 1.000 euros con 14 pagas

La entidad diocesana constata que la precariedad laboral en Barcelona va en aumento

24 enero, 2018 15:57

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Càritas Diocesana de Barcelona ha reclamado la puesta en marcha de una nueva reforma laboral que ponga freno al incesante aumento de la precariedad laboral, una circunstancia que provoca que hasta las personas que tienen un empleo no lleguen a fin de mes debido a sus míseros salarios. Para paliar esta situación, la entidad social ha propuesto la implantación de un salario mínimo de mil euros al mes, con 14 pagas, que incluyen las extras de vacaciones y Navidad.

Según un informe elaborado por la entidad del Arzobispado de la capital catalana -en base a entrevistas personales y trabajo grupal-, los colectivos que lo están pasando peor en la ciudad son los inmigrantes irregulares (porque no gozan de derechos durante los primeros tres años de estancia) las madres que viven solas (que tienen dificultades para conciliar la vida laboral y la familiar), los jóvenes y los mayores de 50 años porque “lo tienen más difícil para integrarse en el mercado laboral”, ha reconocido la responsable del Programa de Análisis Social de Càritas Barcelona, Míriam Feu.

La entidad social ha puesto de manifiesto que este nuevo tipo de pobreza y precariedad está convirtiendo a sus victimas en “personas invisibles, que se sienten atrapadas, explotadas y devaluadas porque no tienen los mismos derechos que otras personas que trabajan”, ha incidido Feu.”La crisis está empezando a remitir pero tener trabajo ya no es una garantía para salir de la pobreza, porque el 12% de los trabajadores cobran un salario inferior a los 837 euros del salario mínimo, lo que los sitúa por debajo del lindar de la marginalidad”, ha lamentado el director barcelonés de Càritas, Salvador Busquets.

EL MERCADO LABORAL ES COMO UN VENTILADOR

En el informe diocesano, denominado Vides Precàries, se destapa que el número de “trabajadores pobres” atendidos por la organización social, es decir que tienen un empleo pero que tienen que recurrir a la ayuda de Càritas para poder subsistir”, ha pasado del 14,5% del año 2016 al 16% del año 2017. La culpa de esta situación la tiene "un mercado laboral inestable, inmediato, inseguro y fugaz,que funciona como un ventilador, y en el que se entra y se sale muy rápido, encadenando contratos", ha incidido Miriam Feu. Esta precariedad (el 91%de los contratos en España son temporales y el 26% por siete días o menos).ha incidido con especial dureza en el sector de los servicios, la restauración y la limpieza, donde los trabajadores están más desprotegidos ante cualquier eventualidad.

Las personas que padecen esta situación de vulnerabilidad viven atemorizadas ante el riesgo de que pueden ser desahuciadas de sus viviendas. “tienen más miedo a perder el hogar que a tener la nevera vacía”, ha asegurado la responsable del informe Vides Precàries. Además, este colectivo es víctima de más problemas de salud, de ansiedad e incluso “de identidad, porque se sienten aprendices de mucho y maestros de nada”, ha revelado Feu.

Por su parte, el director de Càritas ha denunciado el fracaso de la reforma laboral de 2012 porque “no se ha reducido la desigualdad”, al contrario, la protección social y las ayudas son cada vez menores. La prueba es que en 2007 , el 71% de los parados tenían algún tipo de protección mientras que diez años después la cifra ha caído hasta el 56%. “No deberíamos permitirlo porque los parados no son la causa de la crisis económica”, ha subrayado Salvador Busquets. El director de la entidad diocesana ha lamentado también que no se haya aprovechado la recesión “para poner en práctica una economía mas humana” lo que al final ha desembocado en que se esté saliendo de la crisis “por la puerta de atrás”.