El fin de semana pasado Barcelona se unió una vez más a las ciudades europeas que celebran la Noche de los Museos102.470 personas pasaron por alguna de las 120 exposiciones repartidas en 75 espacios museísticos o participaron en las 60 actividades organizadas para el evento.

Esta convocatoria suponía la vuelta a la normalidad después de los dos años de pandemia, y aunque fue celebrada como si se tratara de un récord en realidad supuso un descenso de visitantes del 40% respecto a 2019, la última edición normal. De hecho, los 168.171 participantes de 2019 ya representaron un 17% menos que los 203.043 de 2018.

El número de ciudadanos que se sienten motivados ante la perspectiva de asistir a un museo por la noche y sin pagar oscila de forma considerable y paralela a la afluencia general a la oferta museística de la ciudad.

Sin embargo, es muy difícil hacer una comparación exacta de ambos flujos porque, entre otras cosas, el número de instituciones que participan en la jornada de puertas abiertas varía cada año. Pero si relacionamos la cifra de quienes se apuntan a la oferta con la de los visitantes del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), por ejemplo, uno de los más destacados tanto en los días normales como en la Noche de los Museos, comprobamos que la proporción se ha mantenido estable en los últimos cinco años.

Es decir, la relación entre los que se animan a acudir ese día a una exposición y quienes asisten durante toda la temporada no ha variado a lo largo de las 16 ediciones de la Noche de los Museos, tanto en las subidas como en las bajadas. Si observamos el ranking de instalaciones más visitadas, veremos que el propio MNAC (12€), el MACBA (11€) y el recinto modernista de Sant Pau (16€) forman el podio edición tras edición; dándose la circunstancia de que se trata de las tres instalaciones con la entrada más cara de la ciudad.

Aparte del éxito relativo de la Noche de los Museos si lo que pretende es fomentar la sensibilidad artística, no deja de sorprender que quienes deciden visitar una galaría ese día promocional se muevan básicamente por el ahorro y aún llama más la atención que eso ocurra cuando en paralelo miles y miles de barceloneses montan en su coche dispuestos a meterse en una caravana, o varias, con el combustible en máximos históricos, rozando los 2€ por litro. Puede que la principal explicación radique en que el evento coincidió con el festival de Eurovisión, que en Cataluña cosechó un share televisivo del 52%.

Estaría muy bien que la jornada de hoy, el día internacional de los museos, tuviera un poco más de suerte. El poder de los museos, el lema con el que la mayor parte de la oferta artística de Barcelona vuelve a abrir sus puertas de forma gratuita, es una buena oportunidad para explicar la influencia recíproca entre ciudad y cultura sin interferencias.