14 de abril. El ciudadano A recibe una notificación del Departament de Salut. Se le invita a vacunarse del covid y puede elegir hacerlo en Olot, Alcarrás, Manresa o Puigcerdà, localidades todas muy alejadas de Cerdanyola, donde vive y se halla comarcalmente confinado. Podría ser un caso aislado, si no fuera porque en las redes es fácil encontrar otros ciudadanos a los que se les pide que se vacunen tan lejos de casa como sea posible. Es decir, el Gobierno catalán envía vacunas de sobras a las quimbambas y de menos a Barcelona y su área metropolitana. Hay que cuidar a quién les vota. A no ser que no sepa contar, lo que sería terrible porque es el encargado del recuento de los votos.

El ciudadano A está más que sorprendido porque lleva desde mediados del pasado marzo intentando saber qué hacer para que vacunen no a él sino a su esposa, en tratamiento por un cáncer. Su esposa era funcionaria de la Generalitat, está jubilada y está siendo tratada en un centro privado a través de una de las aseguradoras vinculadas a Muface (la mutua de los funcionarios). Ésta es la historia (real) del peregrinaje de A.

15 de marzo, telefonea a su centro sanitario para informarse. Respuesta número 1: no saben nada. Mejor que llame a Muface. Llama a Muface. Respuesta número 2: allí no se ocupan de vacunas. Que llame al CAP. Lo hace. Respuesta número 3: un contestador dice que para cualquier consulta hay que llamar al ICS. Llama. Respuesta número 4: no saben nada. Sólo se ocupan de programar visitas. Debe llamar al 061. Llamada al 061. Respuesta número 5: la misma que la número 2: que llame al CAP.

17 de marzo. Llama al CAP. Esta vez hay suerte y le atienden. Respuesta número 6: no saben nada, pero toman nota y le dirán algo. Pues no.

31 de marzo. Una emisora asegura que en Cataluña ya han sido vacunados los enfermos de cáncer. Él sabe que no es así.

6 de abril. Ante el silencio (tres semanas), vuelve a llamar al CAP. Respuesta número 7: no saben nada. Sólo tienen información sobre vacunas por grupos de edad. Le sugieren que pruebe en la web de Cat-Salut. Lo había intentado, pero no estaba operativa.

7 de abril Un diario afirma que el ICO (Instituto Catalán de Oncología) está vacunando a pacientes de cáncer. Llama. Respuesta número 8: tiene que acudir al hospital donde ella recibe el tratamiento.

9 de abril. Llama al 061 para confirmar la información. Respuesta número 9: sí: la paciente debe ser vacunada en el hospital donde recibe el tratamiento. Además, abren una incidencia a su nombre y le aseguran que se pondrán en contacto con el CAP para que quede constancia. Que llame en un par de días.

Llama al hospital. Respuesta número 10: los centros privados no vacunan. Ni siquiera disponen de vacunas, salvo para el personal sanitario propio.

Nueva llamada al 061. Respuesta número 11: en efecto, la información anterior era errónea. Sólo vacunan los centros públicos. No saben qué debe hacer un enfermo atendido en un centro privado. Le sugieren que llame al Cat-Salut. Llama al Cat-Salut. Respuesta número 12: tampoco saben qué hacer en el caso de los funcionarios de Muface. Le dan el teléfono de la Región Sanitaria de Barcelona y que pregunte por Atención ciudadana del Barcelonés Nord. Que hable también con el médico de cabecera.

Antes llama a la aseguradora para comprobar si los datos de su esposa como paciente oncológico han sido facilitados al Gobierno catalán. Tras no pocos intentos consigue la respuesta número 13: nadie facilita esa información al sistema sanitario público.

Vuelve a llamar al CAP. Nadie responde. No lo contabiliza como respuesta.

Llamada al médico de cabecera. Respuesta número 14: no tiene información directa pero quizás la puedan vacunar en la Mutua de Terrassa, dónde le han vacunado a él. Le hace un volante para que sea vacunada de forma preferente. El ciudadano recoge el volante.

11 de abril. Domingo. Recibe una llamada del 061. Respuesta número 15: le habían dicho que pasarían los datos al CAP, pero era un error. Mejor que hable con Cat-Salut.

12 de abril. Antes de acudir, llama a la Mutua de Terrassa. Respuesta número 16. Ellos no vacunan. Debe llamar al CAP.

Llama a la Región Sanitaria de Barcelona. Respuesta número 17. Le explican que los hospitales públicos vacunan a sus pacientes, pero que los funcionarios que acuden a un centro privado son una minoría y ahora están estudiando qué hacer. De momento no se pueden hacer cargo por falta de recursos.

17 de abril. Un mes y dos días después de la primera gestión recibe un SMS del CAP: convocan a su esposa a ser vacunada el próximo día 22 en Sabadell.

Parece claro que hay cosas, sobre todo el personal de quien, asegura, casi siempre ha recibido una atención amable, que funcionan. Como dice el Cantar del Mïo Cid, “Dios qué buen vasallo si hubiese un buen señor”, pero hay lo que hay. Y algunos no parecen ni señores.