En 2015 y antes de las elecciones municipales en las que Ada Colau al frente de Barcelona en Comú ganó las elecciones,  el que después fue concejal del Ayuntamiento por su partido, el señor Gerardo Pisarello, decía que había que acabar con una serie de “privilegios innecesarios” como eran los de los coches oficiales.

Bueno, yo no estoy en contra en absoluto de la existencia de los coches oficiales, es más, entiendo que para muchos momentos tanto los ediles de gobierno como los de la oposición deben o pueden hacer uso de los mismos, aunque ello no implica que deban usarse en todo momento y para cualquier ocasión.

Hace unos días y mediante Twitter hice una pregunta a los grupos municipales y más tarde, al no recibir contestación, volví a preguntar a todos y cada uno de los regidores para que me dijeran cuál era el uso que habían hecho de los coches oficiales, así como del servicio de taxi contratado por el Ayuntamiento, durante los últimos seis meses.

Vaya por delante que he de agradecer que algunos de los concejales me contestaran muy amablemente y muy rápidamente. Esos regidores son Jordi Martí Galbis de Junts, Jordi Coronas de ERC, Óscar Ramírez del PP y los de Ciudadanos Celestino Corbacho y Paco Sierra.

Desgraciadamente ningún concejal del gobierno municipal se ha dignado a contestar.

Quiero dejar claro que, como bien he dicho antes, entiendo que para hacer bien su trabajo y poder ser más eficientes, en muchos momentos tengan la necesidad de usar los mismos, pero también entiendo que por transparencia deberían o deberíamos saber cuál es ese uso y si no hay abuso del mismo.

¿Por qué no quieren dar estos datos?

No quiero pensar que no lo hagan por vergüenza, no quiero pensar que no lo hagan por que se “visualice” el uso indiscriminado que algunos deben de hacer de los mismos, no quiero pensar que no lo hagan por tener que dar explicaciones a sus incoherencias respecto a lo que decían antes y a lo que hacen ahora…pero la verdad es que lo pienso.

Pues bien, voy a dejar claro cuál es la razón por la cual creo que, además de por la transparencia, deben dar estos datos.

Tenemos un Gobierno en la ciudad que se ha declarado enemigo del vehículo privado. Para nuestra alcaldesa y su equipo los que hacen uso de su vehículo privado son unos insolidarios que además contribuyen al aumento de la contaminación y a la muerte prematura de miles de personas al año. En cambio, nuestra alcaldesa y sus ediles deben poder usar los vehículos oficiales para poder ejercer bien su trabajo, aunque contaminen igual que el resto de los vehículos particulares.

¿Acaso cree la señora Ada Colau que las personas hacen uso del vehículo privado por puro placer y porque les encanta contaminar?

La gran mayoría de las personas que usan el coche es por motivos laborales, por los mismos motivos que la alcaldesa y el resto de regidores, para poder realizar su trabajo de la mejor y más eficiente manera.

¿Puede explicarme la alcaldesa cómo deben de ir los comerciales qué tienen que hacer mil y una visitas al día si no es con su vehículo privado o de empresa? ¿Puede decirnos cómo deben de ir los médicos a domicilio si no es con un vehículo y así atender a cuantos más mejor? ¿Puede decirnos cómo tienen que ir los fontaneros, los electricistas, los cristaleros o los paletas a hacer sus trabajos en los diferentes domicilios o despachos? ¿Y los profesionales liberales que tienen que ir de un sitio a otro?

Señora Colau, todas y cada una de estas personas (o su mayoría) hacen uso de su vehículo privado por la misma razón que usted y el resto de concejales. Y lo hacen porque a día de hoy el transporte público todavía es deficiente, aún no podemos ir a muchos sitios si no es con transbordos varios y llegando a tardar tres o cuatro veces más que si vas con un vehículo privado.

Yo no considero que el uso del coche oficial sea un “privilegio innecesario” ni mucho menos, pero el ciudadano de de a pie, el que viene a trabajar a Barcelona el que vive en Barcelona, en su gran mayoría usan o usamos el vehículo por necesidad y no por gusto.

El ataque al coche privado por parte de Ada Colau y su Gobierno mientras ellos lo utilizan sin ningún tipo de rubor es inmoral, y por transparencia y por todas las razones que he dado creo que es un deber de la alcaldesa y del resto de regidores que aún no lo han hecho (incluso los de la oposición) que por favor nos digan a los barceloneses cuál es el uso que han realizado, al menos en los últimos seis meses, de los vehículos de flota oficiales así como de los taxis contratados por el Ayuntamiento.

Es un ejercicio de transparencia y es un ejercicio sano, y para que se den cuenta que mientras no haya un servicio de transporte público más rápido y más eficiente, por suerte o por desgracia los ciudadanos que vivimos o trabajamos en Barcelona vamos a tener que seguir usando el vehículo privado en muchas más ocasiones que las que queremos.

Basta ya de tanto ataque al que usa su vehículo, menos populismo y más humildad.