Desde hace varios años, los vecinos de la calle Pere IV en Poblenou están denunciando la desagradable situación de no poder vivir tranquilos en sus casas. Los botellones masivos en plena calle se han convertido en una pesadilla para ellos: se quejan de ruido, incivismo, inseguridad, suciedad y degradación del espacio público. Estos vecinos han hecho una llamada de socorro al Ayuntamiento, pero la solución nunca ha llegado. Algunos, incluso, han decidido usar tapones para poder dormir de jueves a domingo, mientras otros optan por intentar cambiarse de barrio ante el hartazgo de la situación.

Calles como las de Pere IV, Pujades, Pallars, Sancho de Ávila, Pamplona y Álava se han convertido en un verdadero parque de atracciones del incivismo y la borrachera. Muchas noches estas calles parecen estercoleros de basura por la cantidad de botellas, bolsas y cartones acumulados, mientras que los portales de las casas y las esquinas se convierten en lavabos improvisados. Los propios vecinos muestran vídeos de peleas, coches con la música alta, gritos, contenedores volcados, vómitos en las esquinas, portales de viviendas llenas de excrementos y hasta una fiesta improvisada delante de la gasolinera de Pere IV, con la gente fumando cerca de los surtidores de gasolina.

La permisividad y pasotismo del gobierno Colau-PSC con el incivismo en determinados puntos de la ciudad, demuestra que cada día que pasa están más desconectados de la realidad de las calles de Barcelona. A pesar de las numerosas quejas ante responsables de distrito y denuncias a la Guardia Urbana, las soluciones siguen sin llegar en esta zona del Poblenou. Hasta los agentes cívicos del consistorio se sienten impotentes a la hora de actuar frente a las grandes concentraciones de personas que ocupan las calles. Pero lo más incomprensible es que muchas veces la policía no aparece hasta las 2 o 3 de la madrugada.

Desde Barcelona pel Canvi presentaremos una propuesta en las próximas comisiones municipales de noviembre para reclamar soluciones urgentes para esta zona de Pere IV y Poblenou. Exigimos la aplicación de la Ordenanza de civismo que prohíbe los botellones en la calle y la presencia permanente de la Guardia Urbana y Mossos para acabar con el incivismo.

Los jóvenes deben disfrutar del ocio nocturno, pero siempre compatibilizándolo con el descanso de los vecinos. No se puede consentir el incivismo sin control en plena calle y la degradación decadente del espacio público que se está viviendo en Pere IV y alrededores.

Por eso, en necesario recordar que, en 2014, antes de la llegada de Colau, se llegó a realizar un plan contra el incivismo en esta zona del distrito de Sant Martí, implicando al propio ocio nocturno. Una medida que obtuvo un buen resultado, consiguiendo que hasta 18 locales, discotecas y bares sellaran un convenio con el Ayuntamiento para crear una unidad con 14 colaboradores pagados por los locales y gestionados por el Ayuntamiento para patrullar por las calles, con el objetivo de advertir a las personas que realizan actos incívicos, así como informar de la situación a la Guardia Urbana y Mossos.

Esta medida iba acompañada de actuaciones para aumentar los recursos en limpieza, como el caso de Pere IV, los servicios de limpieza no esperaban a las 06.00 para limpiar las calles, sino que lo hacían cerca de media hora después del cierre de los bares sobre las 03.00 de la madrugada. De esta manera, se buscaba evitar que la fiesta prosiguiera en la calle.

El hecho demuestra que cuando hay voluntad política y de servicio, los problemas se pueden solucionar de forma eficaz y rápida.