Ya podemos dormir tranquilos, sin despertarnos en mitad de la noche bañados en sudor: Íñigo Errejón ha encontrado candidato para Más País en nuestra querida ciudad. Se llama Juan Antonio Geraldes y no lo conoce nadie, pero sus referencias son irreprochables: colaboración con la CUP y con Albano Dante Fachín. Justo lo que necesita la nueva izquierda en Barcelona para petarlo y partir la pana, ¿verdad?

Ya sabemos todos que la actual carrera política del señor Errejón pretende culminar con su entrada en el PSOE por la puerta grande, pero podría disimularlo un poco más y buscarse candidatos que aporten algo nuevo a la izquierda de por aquí. Con esas referencias, el señor Geraldes podría haber acabado en la lista de los comunes y hasta en las de Esquerra Republicana. Errejón podría haber intentado distinguirse del progresismo catalanista que impera en Barcelona y ofrecerle el cargo a Joan Coscubiela, por ejemplo, que es un rojo con fundamento y anda muy solo últimamente. Pero no. Al elegido Geraldes no le falta ni un detalle: hasta formó parte del grupúsculo comunista comandado por Joan Josep Nuet, ese señor que se pone como las cabras cuando imputan a independentistas y a él lo dejan fuera de la actividad judicial porque siempre ha dicho que no es independentista; para tenerlo tranquilo, habrá que detenerlo cada vez que se cometa un delito en Barcelona, pues si no, el hombre se siente ninguneado).

Ada Colau estaba muy molesta con Íñigo Errejón por atreverse a disputarle el territorio. Puestos a incordiar, Errejón podría haber escogido a alguien que no tuviese nada que ver con la extraña manera de actuar de nuestra querida alcaldesa, otra no independentista que siempre les está riendo las gracias a los independentistas, pero parece que en Cataluña no se contempla la figura del izquierdista antinacionalista. De ahí el glorioso fichaje del señor Giraldes, sutilmente contrarrestado por quien será su segundo de a bordo, Raimundo Viejo, que nunca se ha mostrado muy favorable al separatismo.

Francamente, no estamos ante una gran propuesta de Más País para Barcelona. Errejón ha conseguido chinchar a Colau y poco más. Alegrémonos, eso sí, de que los votos de una parte de la izquierda catalana ayuden al señor Errejón a desembarcar en el PSOE con cierto tronío. Pero que luego no se quejen Giraldes, Viejo y demás compañeros de viaje cuando Errejón se los quite de encima y abandone el partido porque ya ha cumplido su función: llevarlo hasta un partido de los que cortan el bacalao. De los de toda la vida, vamos.