Manuel Valls es pariente lejano del que fue el compositor del himno del Barça. Los Valls son gente acomodada de Horta, que se trasladaron a París para que su padre pudiera pintar fuera de la España franquista. Pero en verano de 1962, ya de vacaciones en Horta, nació Manuel, el ambiguo político de Ciudadanos. Dice Valls que “soy el hijo de un pintor español y de una madre suiza italiana que eligieron Francia por su belleza, por su grandeza, por su dulzura“. Punto uno: Valls es peligroso porque es un afrancesado.

Con diecisiete años este hombre se afilió en 1980 al Partido Socialista francés de Michel Rocard. Dentro del PS defendió a la segunda izquierda, más pragmática, frente a la de François Mitterrand. Durante sus estudios de Historia en la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne, formó parte del sindicato socialista de estudiantes, y en 1982 se naturalizó francés. Punto dos: Valls es peligroso porque es ambicioso.

El 31 de marzo de 2014, François Hollande anunció el nombramiento de Manuel Valls como nuevo primer ministro de Francia. El 25 de agosto del mismo año, Valls presentó la dimisión de su gobierno. El 5 de diciembre de 2016 anunció su dimisión como primer ministro para postularse a la presidencia de Francia. Punto tres: Valls es peligroso porque sólo se va a conformar con ser presidente de algo.

Finalmente perdió las primarias a candidato a la presidencia por el Partido Socialista y se negó a apoyar al ganador de las primarias, Benoît Hamon, para la elección presidencial. La alta autoridad de las primarias denunció «un incumplimiento de la palabra dada» que violaba “gravemente el principio de la lealtad y el espíritu de las primarias”. En junio de 2017 anunció el fin de su militancia de 37 años en el Partido Socialista y se incorporó al grupo parlamentario de La República en Marcha (LaREM) en la Asamblea Nacional. Punto cuatro: Valls es peligroso porque condiciona su lealtad y su palabra al resultado concreto del vaivén del poder.

Autopostulado en 2018 como aspirante a la alcaldía de Barcelona, al frente de una candidatura para las elecciones municipales de 2019 denominada tentativamente «Barcelona Capital de Europa», Registró su propio partido político de ámbito municipal el 28 de marzo de 2019: Barcelona pel Canvi (BCN Canvi). Cabeza de lista de Barcelona pel Canvi-Ciutadans (BCN Canvi-Cs) en las municipales, la candidatura, cuarta en número de votos, obtuvo seis concejales. Tras los resultados anunció su voluntad de ofrecerse «sin condiciones» a la investidura de Ada Colau para impedir un alcalde independentista. Punto quinto: Valls es peligroso porque, de nuevo, falta a su palabra.

Valls tiene mucha pinta de apropiarse de la siguiente frase de Napoleón Bonaparte: “He peleado en sesenta batallas y no he aprendido nada que no supiera anteriormente”. Fouché le sugirió a Bonaparte que la mejor forma de apaciguar conspiraciones sería transformar el consulado vitalicio en un imperio hereditario. Bonaparte acoge la sugerencia y el 28 de mayo de 1804 se proclama emperador. Punto sexto: Valls es peligroso porque no le importan sus fracasos, con tal de llegar hasta el final.

Lo que le hace menos peligroso, más interesante y conveniente es que en realidad ha venido a España para ser presidente de este país. Políticamente, es lo que España necesitaba. Sin embargo, queda una duda en el aire que el mismísimo Napoleón no supo resolver: “Los españoles, todos, se comportaron como un solo hombre de honor. Enfoqué mal el asunto ese. La inmoralidad debió resultar demasiado patente, la injusticia demasiado cínica y todo ello harto malo, puesto que he sucumbido.” Veremos qué hace Manuel Valls Bonaparte.